Conforme las noches se alargan y el clima se vuelve más frío, noviembre puede sentirse como una pausa entre capítulos.
El ajetreo del verano se ha ido, la Navidad aún no llega, y nos quedamos en un punto medio… reflexionando, reorganizandonos, y tal vez incluso reevaluando lo que este año ha significado hasta ahora.
Si eres como la mayoría de la gente con la que hablo, esta es la época en la que la mente empieza a susurrar: “Debería haber logrado más a estas alturas.”
Miramos hacia atrás a lo que no conseguimos en lugar de fijarnos en todo lo que ya hemos superado.
Pero aquí está el detalle – tú sigues aquí.
Has manejado cada desafío que se te presentó, aprendiste lecciones que probablemente no buscabas, y aun así seguiste adelante.
Eso es fortaleza. Fortaleza real y cotidiana.
En Firewalk Events, la gente a menudo me pregunta, ‘Kirsty, ¿cómo mantengo esa chispa cuando la vida se siente pesada?’
Y sinceramente, no se trata de caminar sobre fuego ni de romper tablas – se trata de tomarte un pequeño momento cada día para recordar quién eres debajo de todo el ruido.
Así que aquí tienes un sencillo ejercicio mental que puedes probar – ¡no se necesitan llamas!
El reset de los Tres Pensamientos de Oro
Al final de cada día de este mes, antes de apagar la luz, tómate unos segundos de silencio para preguntarte:
1. ¿Qué salió bien hoy?
2. ¿Qué me hizo sonreír, aunque solo fuera un momento?
3. ¿De qué puedo estar orgulloso – por pequeño que sea?
Escríbelo si puedes.
Si no, dilo en voz alta. Este pequeño ritual nocturno entrena tu cerebro para centrarse en el progreso, no en los problemas – y solo ese cambio puede levantar tu ánimo, ayudarte a dormir mejor y reconstruir tu confianza poco a poco.
Es una de mis herramientas favoritas inspiradas en la PNL porque es simple y funciona.
Tu cerebro se cree lo que le dices más a menudo, así que cuando le recuerdas tus victorias, empieza a buscar más.
Este noviembre, en lugar de dejar que las noches más oscuras apaguen tu energía, úsalas como una oportunidad para encender algo en tu interior. Ve más despacio. Reflexiona. Reconecta contigo mismo.
Y recuerda – nunca es tarde para empezar de nuevo. El año no ha terminado. No vas retrasado. Solo te estás preparando para tu próximo capítulo.
Esta es la primera columna de la Sra. Redford para nuestra publicación.
Visita www.firewalkevents.co.uk para saber más.
