La startup de subarrendamiento Kiki abonó más de ciento cincuenta y dos mil dólares para resolver los cargos impuestos tras infringir la normativa municipal de Nueva York sobre arrendamientos de corta duración.


La startup de subarrendamiento Kiki abonó más de ciento cincuenta y dos mil dólares para resolver los cargos impuestos tras infringir la normativa municipal de Nueva York sobre arrendamientos de corta duración.