Keir Starmer se acerca a su primer aniversario en Downing Street y hay cosas que le gustaría haber hecho diferente. Pero antes de pensar en ese hito en julio, enfrenta un mes lleno de trampas políticas.
Junio siempre ha sido difícil para los primeros ministros: Theresa May, Boris Johnson y Rishi Sunak tuvieron que lidiar con partidos parlamentarios descontentos tras malos resultados en elecciones locales y europeas.
Aunque el ánimo entre los diputados laboristas no es tan rebelde, también están afectados por los malos resultados en las elecciones locales en mayo y el auge de Reform UK. "Hay más quejas y descontento de lo normal", dijo una fuente del gobierno.
Una sorpresa positiva fue el triunfo en las elecciones parciales de Holyrood en Hamilton, Larkhall y Stonehouse. Los laboristas vencieron al Partido Nacional Escocés, lo que da esperanza de cara a las elecciones del próximo año. Un diputado calificó el resultado como "humillante" para el SNP.
Este triunfo es bienvenido en Downing Street, ya que los laboristas se preparan para más malas noticias y debates difíciles este mes. "Saben que la revisión de gastos será dura", comentó una fuente.
La revisión de gastos el 11 de junio, que establecerá los presupuestos departamentales tras meses de negociaciones tensas, será clave para Starmer y la canciller Rachel Reeves. El gobierno quiere centrarse en inversiones en zonas olvidadas, pero habrá descontento cuando se revelen los recortes en departamentos no protegidos.
Uno de los momentos más esperados es el voto sobre los recortes a los beneficios por discapacidad, que ha generado rebelión entre los diputados laboristas. El voto será en la segunda mitad de junio y se ha negado que se retrase hasta otoño.
También se publicarán estrategias controvertidas, como la auditoría sobre China, que examinará su papel en las cadenas de suministro del Reino Unido. El gobierno es sensible a las críticas por su acercamiento a Beijing, especialmente con visitas de ministros chinos este mes.
Otra publicación clave será la estrategia industrial, que busca impulsar la inversión y reducir los altos costes energéticos para las empresas. Además, se espera un plan a 10 años para el NHS en Inglaterra, con mejoras en su aplicación digital.
En el Parlamento, habrá tres votos cruciales: uno sobre el proyecto de ley de eutanasia de Kim Leadbeater, que ha dividido al partido laborista; otro sobre la despenalización del aborto en Inglaterra y Gales; y un tercero relacionado con delitos y policía.
"Hay muchos obstáculos, son semanas importantes", dijo una fuente laborista. Si Starmer supera estos desafíos, el ánimo mejorará antes del receso de verano. Si no, las celebraciones por su primer año serán muy discretas.