Después de siete semanas de testimonios de más de 30 testigos, el jurado en el famoso juicio federal por tráfico sexual y conspiración criminosa de Sean “Diddy” Combs ha comenzado sus deliberaciones.
El jurado de 12 personas—compuesto por ocho hombres y cuatro mujeres—empezó a deliberar el lunes, tras los argumentos finales de ambas partes que concluyeron el viernes y las extensas instrucciones del juez.
El juez Arun Subramanian dijo a los jurados que ellos eran los “únicos y exclusivos jueces de los hechos” y que debían determinar un veredicto sin parcialidad o prejuicio hacia ninguna de las partes.
Subrayó que los fiscales tenían la carga de probar la culpa de Combs más allá de una duda razonable, no más allá de cualquier duda posible.
Combs, de 55 años, fue arrestado en septiembre y enfrenta cargos graves: un conteo de conspiración criminosa, dos de tráfico sexual y dos de transporte para prostitución.
Él se declaró no culpable de todos los cargos y negó las acusaciones en su contra.
Si es condenado, Combs podría pasar el resto de su vida en prisión. Ha estado detenido sin fianza en un centro federal en Brooklyn desde su arresto.
Los fiscales alegan que, por más de dos décadas, Combs lideró una empresa criminal, ayudado por empleados y socios, que cometió, intentó cometer y encubrió crímenes como tráfico sexual, secuestro, trabajo forzado, distribución de drogas, incendio provocado, soborno, prostitución forzada y obstrucción a la justicia.
El gobierno intentó probar que Combs usó violencia, amenazas, dinero, drogas, intimidación y poder para abusar y obligar a dos de sus exnovias a participar en “fiestas sexuales”, descritas como maratones sexuales con drogas y acompañantes masculinos contratados.
La defensa insistió que todos los encuentros fueron consentidos y parte de un “estilo de vida swinger”. Argumentaron que no hubo conspiración criminal y que Combs es perseguido injustamente por su “vida sexual privada”.
Durante el juicio, los abogados de Combs reconocieron episodios de violencia doméstica, pero negaron que hubiera tráfico sexual o coerción.
Desde que el juicio comenzó el 12 de mayo, el jurado revisó docenas de mensajes, videos y recibos. El gobierno llamó a 34 testigos, incluyendo dos exnovias de Combs, exempleados, acompañantes masculinos, estilistas, empleados de hotel, agentes policiales y figuras famosas como Kid Cudi y Dawn Richard.
Testimonios clave vinieron de dos exnovias y presuntas víctimas: la cantante Casandra “Cassie” Ventura y una mujer identificada como “Jane”, quienes describieron en detalle los presuntos “fiestas sexuales” y alegaron que fueron obligadas a participar.
Ambas testificaron que Combs dirigió, observó, se masturbó y a veces grabó los encuentros.
Las mujeres describieron momentos en que Combs fue violento con ellas y alegaron que las amenazó con publicar videos explícitos o quitarles apoyo financiero si no cumplían sus demandas.
En el contraexamen, la defensa pintó a Ventura y Jane como participantes voluntarias en las “fiestas”. Mostraron mensajes cariñosos y explícitos con Combs, donde ellas mostraban entusiasmo. También mencionaron el papel de los celos y las drogas en sus relaciones.
Otra mujer, una exasistente que testificó como “Mia”, alegó que Combs la agredió física y sexualmente.
La defensa sugirió que Mia inventó las acusaciones, señalando publicaciones donde ella elogiaba a Combs como “mentor” e “inspiración”.
El gobierno cerró su caso la semana pasada. Combs confirmó que no testificaría. Su equipo no llamó a testigos, solo presentó pruebas y confió en sus contraexámenes.
En los alegatos finales, la fiscalía pasó casi cinco horas repasando el caso, testimonio por testimonio.
Lo describieron como “líder de una empresa criminal” que usaba “poder, violencia y miedo para obtener lo que quería”.
“El acusado era un hombre muy poderoso”, dijo. “Pero se volvió más peligroso por el apoyo de su círculo y sus negocios—la empresa.”
La defensa dijo que el caso del gobierno era “falso” y “exagerado”. Su abogado pidió al jurado rechazar las acusaciones, cuestionó testimonios y disputó la imagen de Ventura y Jane como víctimas.
Presentó a Ventura, testigo estrella, como una mujer con agencia, no una víctima. También mencionó los $20 millones que recibió de Combs en 2023 tras una demanda civil, y los $10 millones que espera recibir de un hotel donde fue agredida en 2016.
“Si hay un ganador aquí, es Cassie”, dijo Agnifilo. “Esto no es sobre un crimen, es sobre dinero.”
Aunque no testificó, Combs estuvo activo en su defensa, hablando con sus abogados y reaccionando a testimonios.
El juez advirtió que podría expulsarlo por mirar y “asentir vigorosamente” al jurado durante un contraexamen.