Un juez federal de California ordenó al gobierno de Trump parar de detener "indiscriminadamente" a personas sospechosas de estar ilegalmente en EE.UU.
La decisión fue parte de una orden temporal emitida contra el gobierno el viernes, que también prohíbe a los oficiales de inmigración negar acceso a abogados.
El caso surgió de una demanda presentada por tres inmigrantes arrestados en una parada de autobús en Pasadena mientras buscaban trabajo, y dos ciudadanos estadounidenses detenidos, uno de los cuales supuestamente mostró una identificación.
El Departamento de Seguridad Nacional respondió en redes sociales, acusando a la juez de "socavar la voluntad del pueblo estadounidense".
Las órdenes de emergencia de la jueza Maame Frimpong son medidas temporales mientras avanza el caso.
En su resolución, la jueza dijo que había "una montaña de evidencia" que muestra que los oficiales realizan "patrullas móviles", definidas como "capturar personas sin sospecha razonable". Esto violaría la Constitución.
El gobierno no puede basar arrestos migratorios "solo" en factores como raza, etnia, hablar español o inglés con acento, o estar en lugares como paradas de autobús o lavaderos de autos, indicó Frimpong.
Esta decisión llega mientras Trump intensifica su lucha contra la inmigración ilegal, especialmente en California, un bastión demócrata que siempre ha molestado al expresidente.
Las redadas en Los Ángeles generaron protestas masivas contra las políticas migratorias en la región.
Una redada en un cultivo de marihuana en California el jueves dejó protestas violentas y más de 200 arrestos, incluyendo 10 menores.
Según los United Farm Workers, algunos trabajadores sufrieron heridas graves durante las redadas "caóticas" en el condado de Ventura.
Activistas acusan al gobierno de discriminación ilegal y negar derechos constitucionales.
"No importa su piel, idioma o trabajo, todos tienen derecho a protección contra detenciones ilegales", dijo Mohammad Tajsar, abogado de la ACLU.
Sin embargo, el gobierno afirma que prioriza criminales violentos mientras ICE intenta cumplir una cuota diaria de 3,000 arrestos, parte del objetivo de Trump de lanzar la "mayor deportación" de la historia.
"Estamos eliminando asesinos, pandilleros de MS-13 y violadores, lo peor de nuestras comunidades", escribió Seguridad Nacional en X, respondiendo a la jueza.
