Joven de Cullman, amadísima y adoptada por su maestra, fallece inesperadamente: ‘Su futuro era prometedor’.

Los estudiantes y el personal de la Escuela Preparatoria St. Bernard están de luto por la pérdida de una de las alumnas más brillantes, quien había superado la pérdida de sus dos padres, fue adoptada por la familia de un profesor y logró un éxito académico impresionante.

Sarah Cumbie, una estudiante de penúltimo año en St. Bernard Prep en Cullman, falleció hoy tras una enfermedad repentina que comenzó a principios de esta semana. Tenía 17 años.

Sarah se enfermó gravemente el domingo 16 de noviembre después de ser encontrada inconsciente en su casa. Fue trasladada al Centro Médico Regional de Cullman y luego ingresó en cuidados intensivos en el Hospital Infantil de Birmingham.

“A pesar de los incansables esfuerzos de los profesionales médicos, Sarah fue declarada muerta, después de haber estado con soporte vital desde el 16 de noviembre,” según un comunicado de St. Bernard Prep.

Se están realizando pruebas para determinar la causa de su muerte.

“Con profunda tristeza, la comunidad escolar se une al Dr. Craig Mann y su familia para llorar una joven vida marcada por una resiliencia, compasión y promesa extraordinarias.”

El Sr. Mann, un profesor del colegio, y su esposa Lana, cuyos hijos ya son adultos, acogieron a Sarah en su hogar después de que su madre muriera en un trágico accidente de coche. Esto ocurrió solo 16 días después del fallecimiento de su padre por COVID-19, poco después de que Sarah llegara a St. Bernard como alumna de séptimo grado en 2020.

“Estamos desconsolados,” dijo Joyce Nix, directora de marketing de St. Bernard. “Si la gente pudiera ver lo que nosotros vimos, y cómo ella prosperó aquí.”

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Ella vivía en la residencia de chicas de St. Bernard antes de mudarse a la casa de la familia Mann.

“La familia Mann continuó guiándola durante sus años de formación,” dijo la escuela.

“A pesar de las dificultades que enfrentó a una edad tan temprana, Sarah se convirtió en una joven reflexiva, generosa y resiliente que se volvió una parte fundamental de la familia St. Bernard.”

Ella tenía planeado asistir a la Universidad de Alabama.

“Académicamente dotada, Sarah supo este mismo mes que su puntuación máxima en el ACT había alcanzado un impresionante 32, lo que la posicionaba para estudiar cuatro años con matrícula gratuita en la Universidad de Alabama—su universidad soñada,” dijo el comunicado de St. Bernard Prep.

“Su futuro era brillante, y lo perseguía con una determinación y humildad calladas.”

También era una voluntaria activa para una organización benéfica que servía a los necesitados y era donante de órganos.

“Más allá del aula, Sarah tenía un profundo amor por el servicio,” dijo la escuela.

“Una de sus mayores pasiones era ser voluntaria en Curt’s Closet, donde formó un vínculo especial con la fundadora, Ashley Wilson. Estaba emocionada por participar en el programa de Navidad de Curt’s este año, lo que reflejaba su deseo de llevar alegría y dignidad a los niños necesitados. En honor a la memoria de Sarah, el Dr. Mann anima a aquellos que deseen rendirle homenaje a considerar apoyar este ministerio que tanto significaba para ella.”

Los funcionarios del hospital informaron que las donaciones de órganos de Sarah podrían salvar hasta ocho vidas y mejorar la calidad de vida de otras 50 personas, según dijo la escuela.

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“La facultad y el personal de la escuela y los monjes de la Abadía están comprometidos con el cuidado de los estudiantes de St. Bernard y de toda la familia St. Bernard en los próximos días mientras enfrentan esta profunda pérdida,” dijo la escuela.

Hay sacerdotes, consejeros y terapeutas titulados disponibles en el campus, y la capilla permanece abierta para la oración y la reflexión para aquellos afectados por la muerte de Sarah.

“La facultad y el personal continúan brindando espacios para que los estudiantes puedan dolerse, apoyarse mutuamente y recordar a Sarah como la radiante joven que era,” dijo la escuela en su comunicado.

“Ponemos nuestra confianza en Dios durante este tiempo inimaginablemente difícil,” dijo el Director Phuong Nguyen.

“Sarah era muy querida por sus compañeros, profesores y todos los que la conocieron. Le pedimos a nuestra comunidad que se una a nosotros para alzar en oración a Sarah, al Dr. Mann y a su familia.”