Los presentadores de programas nocturnos hablaron – o ignoraron – el discurso sorpresa en horario estelar de Donald Trump y profundizaron en la explosiva nueva entrevista de la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles.
Jimmy Kimmel
Jimmy Kimmel abrió su programa del miércoles reconociendo el discurso nacional del presidente a las 9 p.m. hora del este, al que también llamó “un episodio sorpresa de ‘The Worst Wing’ esta noche en todos los canales”.
Trump anunció recién el martes que daría una charla improvisada durante los finales de temporada de ‘Survivor’ y ‘The Floor’. “Es raro pensar que, si un par de estados hubieran votado diferente, él estaría presentando uno de esos programas”, bromeó Kimmel. “Trump no debería interrumpir ‘The Floor’. Debería estar fregándolo”.
En una publicación en Truth Social promocionando el discurso – cuyo tema se desconoce – Trump prometió: “¡Ha sido un gran año para nuestro país, y LO MEJOR ESTÁ POR VENIR!”.
“Estoy de acuerdo – los archivos de Epstein salen el viernes“, comentó Kimmel. “Básicamente, el discurso de esta noche fue declarar en su propia defensa. Fueron los alegatos iniciales.
Realmente es increíble que este tonto sea presidente”.
En otras noticias de Trump, el presidente recientemente desveló un nuevo “salón de la fama presidencial” en la Casa Blanca, con placas muy politizadas que ofrecen una interpretación ‘Maga’ de la historia: que Barack Obama aprobó la “Ley de Cuidado de Salud ‘Inasequible'” y fue “una de las figuras políticas más divisivas en la historia de Estados Unidos”; que Joe Biden, representado solo por un autógrafo automático, estuvo “dominado por sus manipuladores de la Izquierda Radical”; y que Ronald Reagan fue “un admirador del presidente Donald J. Trump mucho antes de la histórica campaña del presidente Trump para la Casa Blanca”.
Reagan, como recordó Kimmel, murió en 2004 y le diagnosticaron Alzheimer una década antes. “¿De qué era exactamente admirador? ¿De los comerciales de Pizza Hut de Trump?”, se preguntó Kimmel. “Qué individuo tan triste es este. Él sabe, en el fondo, en lo profundo del pozo donde debería estar su alma, en esa olla donde se acumula todo el pollo sin digerir y el Sudafed genérico, sabe que nadie lo respeta. Sabe que todos solo quieren algo de él. Y sabe que el mundo se ríe de él, y que su cerebro y su cara son como un helado Creamsicle derritiéndose en la acera.
Se necesita un tipo especial de lunático para que sus insultos sean fundidos en bronce”, concluyó. “¿Podemos por favor meter a este hombre en un asilo antes de que destruya completamente en el que está ahora?”.
Stephen Colbert
En el ‘Late Show’, Stephen Colbert hizo todo lo posible por evitar hablar del “desfile de divagaciones del abuelito a las 9 p.m.”.
“Pensamos en hacer el programa en vivo esta noche para cubrir el discurso”, le dijo a su audiencia en el estudio, pero decidieron no hacerlo “porque – y sólo para darles un vistazo tras el telón del espectáculo – tendríamos que haberlo visto. Y ya no quiero hacer eso más”.
Colbert criticó que Trump anunciara el discurso “de la nada” con la promesa de que “¡lo mejor está por venir!”.
“Vale… es una señal un poco confusa anunciar un discurso nacional de emergencia porque todo va genial”, dijo Colbert. “Es como si tu madre llamara y dijera: ‘Oye cariño, sé que tienes trabajo, pero ¿hay alguna forma de que puedas volar mañana hasta aquí? Porque a tu padre… ¡le va fenomenal!’.
Es algo muy importante que las cadenas cedan sus franjas de máxima audiencia con tan poca antelación”, añadió, “especialmente porque aquí, en la CBS, su discurso de las 9 p.m. corta justo en medio del final de temporada de tres horas de ‘Survivor’. A menos que ese sea el desafío final – ‘Supervivientes, han soportado el hambre, el calor extremo y las serpientes venenosas. Pero para su desafío final, deben escuchar a un viejo amargado hablar sobre un salón de baile‘”.
Seth Meyers
Y en ‘Late Night’, Seth Meyers se refirió a una Casa Blanca en modo “control de daños” después de que la jefa de gabinete, Susie Wiles, diera una serie de entrevistas extremadamente sinceras a Vanity Fair.
Entre otras cosas, Wiles dijo que Trump tenía una “personalidad de alcohólico”, se refirió a JD Vance como un “teórico de la conspiración durante una década” y llamó a Elon Musk un “declarado consumidor de ketamina“.
Meyers dijo que era “extraño” y “en muchos sentidos, no sorprendente” que Wiles dijera esas cosas, aparte del hecho de que siga trabajando en la Casa Blanca. “Dijo que el presidente para el que trabaja actualmente se comporta como un alcohólico, que el vicepresidente es un teórico de la conspiración y que la explicación más probable para las divagaciones del hombre más rico de la Tierra es que consume drogas”, se rió Meyers.
Wiles también defendió la amistad de Trump con el delincuente sexual convicto Jeffrey Epstein, porque eran “jóvenes, ya sabes, algo jóvenes, solteros, lo que sea – sé que es una palabra pasada de moda pero como jóvenes solteros playboys juntos”.
“No pensé que fuera posible hacer que la relación de Trump con Epstein sonara peor, pero Susie Wiles lo logró”, dijo Meyers. “No estás ayudando al caso de Trump diciendo que él y Epstein eran playboys juntos. ¡Eso es como decir: ‘Oh sí, era amigo de Hannibal Lecter, pero solo porque a los dos nos gusta la buena comida!'”.
Meyers también se burló de la sesión de fotos que acompañaba al artículo, que mostraba a altos miembros del gabinete, incluido Vance, junto con Wiles en el Ala Oeste.
“Todos pensaron que se verían tan geniales, y mientras posaban para estas fotos brillantes, su colega les estaba hablando mal”, se rió Meyers. “Esto es como si posaras para la foto del anuario del instituto pensando que te habían votado como ‘con más probabilidades de triunfar’, y luego cuando salió, tu título decía ‘con más probabilidades de hacerse caca en los pantalones en el almuerzo'”.
