Jericho Cruz de los San Miguel Beermen durante el Juego 5 de las semifinales del PBA Philippine Cup contra los Barangay Ginebra Gin Kings. –MARLO CUETO/INQUIRER.net
En las finales del PBA Philippine Cup de la temporada pasada, Jericho Cruz le dio una nueva identidad al segundo equipo de San Miguel Beer, basada en energía disruptiva. Cruz y su grupo de suplentes se llamaban la “Pandilla Martilyo” (martillo), aplastando rivales con su tenacidad característica.
Pero después de que el campeonato se les escapó—Meralco ganó el título en seis partidos—y varios cambios dejaron al equipo sin jugadores claves, la famosa segunda unidad quedó en silencio. Por casi un año, la reputación de la pandilla como arma secreta de los Beermen se convirtió en nostalgia.
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Casi.
El viernes en el Araneta Coliseum, Cruz revivió esa identidad. Entrando desde el banco con la urgencia de alguien que quiere recuperar su legado, anotó 27 puntos y consiguió cuatro robos, llevando a San Miguel a una victoria 103-92 sobre Barangay Ginebra en el Juego 5 de las semifinales.
—En esta serie, creo que estamos aportando más puntos desde el banco—dijo Cruz al Inquirer, aún recuperando el aliento tras otro partido agotador. —Si el primer grupo no funciona, nosotros tenemos que hacerlo. No hay otra opción. Ojalá podamos seguir así.
Mientras CJ Pérez anotó 31 puntos y June Mar Fajardo dominó con 14 puntos y 12 rebotes, fueron Cruz y el banco remodelado los que frenaron cada ataque de Ginebra.
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Cruz jugó 28 minutos intensos, como si cada posesión fuera vital. Lo acompañaron Don Trollano (11 puntos) y veteranos como Mo Tautuaa, Jeron Teng y Chris Ross, quienes, aunque no destacaron en anotación, complicaron la vida a los Gin Kings.
—Nuestro segundo quinteto es como el primero—dijo Cruz. —Tenemos a Don, Jeron, Mo y Chris. Depende de nosotros coordinarnos bien.
Y lo lograron. Los suplentes limitaron a Ginebra a un 37% en tiros. Tautuaa y Teng sumaron siete puntos, pero bloquearon rutas y forzaron tiros apresurados. Ross, sin anotar, aportó tres robos y liderazgo.
San Miguel está a un triunfo de volver a las Finales, con ventaja 3-2 en la serie, recuperando su identidad. Pero Cruz sabe que cerrar una serie es distinto.
—Este es el partido más difícil—confesó. —Si ganan ellos, habrá un Juego 7, y eso es duro. Daremos todo en el próximo partido y ojalá ganemos.
El Juego 6 será el domingo a las 5 p.m. en el Araneta Coliseum.
Si Cruz se sale con la suya, el banco volverá a usar martillos para golpear la moral de los Kings.