Jennifer Lawrence ha hablado sobre la guerra de Israel en Gaza y la censura en los Estados Unidos.
En una conferencia de prensa para su nueva película, Die, My Love, en el festival de cine de San Sebastián, Lawrence respondió a varias preguntas de periodistas sobre temas políticos delicados. Esto paso a pesar de que el moderador del festival intentó evitarlo, según informa Deadline.
Cuando se le preguntó sobre la violencia de Israel en Gaza, que muchos expertos importantes han calificado de genocidio, Lawrence respondió: “Estoy aterrorizada. Es horroroso. Lo que está pasando no es menos que un genocidio y es terrible.”
“Lo que me da mucha tristeza es la falta de respeto en el discurso de la política estadounidense actual y cómo eso se va a normalizar para los niños de ahora,” añadió. “Para ellos va a ser normal que los políticos mientan.”
La ofensiva israelí en Gaza ha causado la muerte de más de 65,000 personas y ha herido a más de 160,000, reduciendo gran parte del territorio a ruinas. Esto comenzó después de que los ataques liderados por Hamas mataran a 1,200 personas en Israel el 7 de octubre de 2023. Según datos de la organización independiente Acled, aproximadamente 15 de cada 16 palestinos muertos por el ejército israelí desde que rompió un alto al fuego en marzo eran civiles. The Guardian reveló el mes pasado que datos internos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) indicaban una tasa de mortalidad civil del 83% entre el inicio de la guerra y mayo de este año.
Lawrence pidió a los asistentes al festival que “se centren en quién es el responsable” en lugar de dirigir su ira hacia actores y artistas. Probablemente esto es una referencia a un compromiso reciente firmado por más de 400 figuras de la industria del entretenimiento para boicotear instituciones cinematográficas israelíes que, según ellos, están “implicadas en genocidio y apartheid contra el pueblo palestino”. Este compromiso, inspirado en el boicot cultural que contribuyó al fin del apartheid en Sudáfrica, diferencia entre instituciones cómplices y cineastas individuales.
Lawrence no está entre los firmantes de ese compromiso, ni tampoco ha firmado una carta abierta, firmada por Liev Schreiber, Debra Messing, Mayim Bialik y otras 1,200 figuras del espectáculo, que califica el compromiso como “un documento de desinformación que aboga por la censura arbitraria y el borrado del arte”.
Cuando le preguntaron sobre los ataques a la libertad de expresión en EE. UU., Lawrence contestó: “Nuestra libertad de expresión está bajo ataque y creo que el mundo del cine y usar la voz de formas artísticas, tener festivales como este donde podemos aprender unos de otros y darnos cuenta de que todos estamos conectados e importamos y merecemos empatía y libertad, son importantes.”
Lawrence recibirá el premio Donostia honorífico en el festival de San Sebastián este viernes, antes de la proyección de Die, My Love, de la cual también fue productora.
La película, dirigida por Lynne Ramsay y basada en una novela de la escritora argentina Ariana Harwicz, muestra a una madre en una zona rural de Estados Unidos, interpretada por Lawrence, luchando contra una psicosis que pone en peligro su relación con su marido, interpretado por Robert Pattinson. Nick Nolte, Sissy Spacek y LaKeith Stanfield también actúan en la película, que tendrá su estreno nacional el 7 de noviembre.
