Jennifer Lawrence ha declarado que ya no considera apropiado hablar en contra del gobierno de Trump, por temor a que empeore el debate y aumente las divisiones.
“Realmente no sé si debería”, dijo Lawrence en una entrevista con el New York Times. “Durante la primera administración de Trump, sentía que andaba como una gallina sin cabeza. Pero como hemos aprendido, elección tras elección, las celebridades no influyen para nada en por quién vota la gente.
“Entonces, ¿qué estoy haciendo? Solo estoy compartiendo mi opinión sobre algo que va a añadir leña al fuego y está destrozando al país.”
Lawrence siempre ha sido sincera sobre haber votado por candidatos presidenciales tanto de derecha como de izquierda. Criada por republicanos conservadores en Kentucky, votó por John McCain en 2008 antes de unirse al Partido Demócrata, diciendo que se dió cuenta durante el gobierno de Obama que votar por los republicanos era votar en contra de sus propios derechos como mujer.
En 2015, dijo que la elección de Donald Trump para la Casa Blanca sería “el fin del mundo” y apoyó a Joe Biden en las elecciones del 2020. En 2024, le dió su apoyo a Kamala Harris, “porque creo que es una candidata increíble y sé que hará todo lo posible para proteger los derechos reproductivos”.
La mayor parte de Hollywood se unió a Lawrence en su rechazo a Donald Trump como candidato a la reelección, pero la poca influencia que las estrellas tienen sobre las intenciones de voto del público quedó demostrada con la victoria de Trump.
“El segundo mandato se siente diferente”, dijo Lawrence sobre la presidencia de Trump. “Porque él dijo lo que iba a hacer. Sabíamos lo que hizo durante cuatro años. Fue muy claro. Y eso es lo que elegimos.”
Lawrence está promocionando Die, My Love, el drama de Lynne Ramsay en el que interpreta a una nueva madre que lidia con su salud mental en la Montana rural. Hablando en una rueda de prensa para la película en Venecia, Lawrence dijo sobre los bombardeos de Israel en Gaza: “Esto aterrada. Es horroroso. Lo que está pasando no es menos que un genocidio y es terrible”.
Jennifer Lawrence en ‘Die My Love’.
Continuó diciendo que le entristecía “la falta de respeto en el discurso de la política estadounidense actual y cómo eso se va a normalizar para los niños de ahora. Va a ser normal para ellos que los políticos mientan”.
Lawrence quiso redirigir la ira sobre el conflicto hacia los que toman las decisiones en lugar de hacia actores y artistas. “Manténganse enfocados en quién es responsable”, dijo, en lo que muchos interpretaron como una referencia a la promesa reciente firmada por más de 4.000 figuras de la industria del entretenimiento de boicotear a las instituciones cinematográficas israelíes.
La actriz, que ganó un Óscar a los 22 años por su papel en El Lado Bueno de las Cosas, está atrayendo atención de premios por su actuación en Die, My Love. Aunque Ramsay ha rechazado que la historia se interprete como una de depresión posparto y psicosis, Lawrence dijo que sí se identificó con elementos del viaje de su personaje después del nacimiento de su segundo hijo, poco después de que terminó el rodaje.
“Era miedo por mi hijo”, dijo, “solo imaginando todos los peores escenarios, y luego dudando de todo lo que estaba haciendo. Ya estaba en terapia, pero me recetaron un medicamento llamado Zurzuvae y lo tomé durante dos semanas y realmente me ayudó.”
La actriz también le contó al New York Times sobre la necesidad liberadora de hacer escenas de desnudo en la película mientras estaba embarazada de unos meses y no podía hacer ejercicio.
“Se siente bien”, dijo, sobre verse forzada a dejar de lado la vanidad. “O sea, tengo momentos en los que pienso, ¿cuáles son técnicamente las diferencias entre yo y una prostituta? Pero no me quita el sueño.”