Japón supera récords de turistas en medio del clamor por la saturación. ¿Frenará el aumento su nueva tasa turística?

ANUNCIO

La inagotable popularidad de Japón ha alcanzado un nuevo hito histórico, ya que el número de visitantes internacionales de enero a septiembre superó por primera vez los 30 millones de personas.

Según la organización nacional de turismo del país, 3.26 millones de turistas extranjeros llegaron a Japón el mes pasado, lo que representa un incremento del 13.7 por ciento en comparación con el mismo período del año anterior.

De hecho, las cifras demuestran que las llegadas de visitantes han batido récords en cada mes de 2024: 31.650.500 turistas internacionales arribaron al país durante los primeros nueve meses del año.

Este aumento se produce apenas unas semanas después de que Japón aprobara el impuesto hotelero más elevado de su historia para potenciar su atractivo y fomentar el turismo sostenible.

El nuevo impuesto turístico de Japón

A principios de este mes (3 de octubre), el Ministerio del Interior y Comunicaciones confirmó que el tributo, propuesto inicialmente en marzo, entrará en vigor el próximo año en la ciudad de Kioto.

Se trata del primer aumento desde la implantación del impuesto en octubre de 2018, y se prevé que eleve los ingresos municipales procedentes de esta tasa de 5.200 millones de yenes (31,8 millones de euros) a 12.600 millones de yenes (71,5 millones de euros).

Actualmente, el impuesto de alojamiento de Kioto tiene una tarifa plana de sólo 1.000 yenes por noche (aproximadamente 5,68 €).

Impuesto hotelero de Kioto: ¿cuánto deberán abonar los visitantes?

El incremento impositivo aprobado se basa en el precio del alojamiento, lo que implica que no todos los huéspedes pagarán la misma cantidad.

LEAR  Santa Pola galardonada por sus espacios sostenibles en los premios de economía circular

Quienes se alojen en hoteles de lujo serán los más afectados, ya que tendrán que desembolsar 10.000 yenes por noche, equivalente a unos 56,84 euros.

Se aplicará un impuesto de 4.000 yenes (22,73 €) por noche a las habitaciones con un coste entre 50.000 y 99.999 yenes (284,10 y 568,19 €), mientras que se añadirá una tasa de 1.000 yenes (5,68 €) a las que cuesten entre 20.000 y 49.999 yenes (113,64 € y 284,09 €).

Para los alojamientos más económicos, con precios entre 6.000 y 19.999 yenes (34,09 € y 113,61 €), el impuesto será de tan solo 400 yenes (2,27 €) por noche.

La tarifa más baja, de 200 yenes (1,14 €), se aplicará a cualquier hospedaje con un precio inferior a 6.000 yenes (menos de 34,09 €).

Sobreturismo en Japón

Con la creciente popularidad de Japón, resulta difícil predecir si su nuevo impuesto turístico bastará para hacer frente al masivo aflujo de visitantes.

Si bien esta afluencia podría beneficiar a la economía del país, ya está generando contratiempos.

En el Monte Fuji, aumenta la preocupación por la contaminación y la seguridad a medida que las aglomeraciones de personas obstruyen las rutas.

Las autoridades locales ya han esbozado planes para mejorar la infraestructura y ampliar las flotas de autobuses con el fin de satisfacer la enorme demanda.

‘Un impacto insignificante’

El impuesto de alojamiento de Kioto no está concebido para disuadir a los turistas de visitar la ciudad, sino para garantizar que estos "asuman el coste de las medidas para contrarrestar el sobreturismo".

“Tras años de demanda récord, muchos destinos buscan aliviar la presión sobre las infraestructuras y las comunidades locales, asegurando al mismo tiempo que los beneficios económicos del turismo se distribuyan de manera más equitativa”, explica a Euronews Travel Nicholas Smith, director de Holidays Digital de la agencia de viajes en línea Thomas Cook.

LEAR  Blinken realiza viaje sorpresa a Irak mientras la comunidad internacional lidia con el colapso del régimen sirio.

“En la práctica, estos impuestos rara vez tienen como objetivo desincentivar los viajes: están diseñados para reinvertir en los mismos elementos que hacen atractivas a las ciudades: preservación cultural, transporte público, limpieza y una mejor gestión de visitantes”.

Debido al sistema fiscal escalonado de Kioto, Smith sostiene que el impuesto sobre el alojamiento tendrá "un impacto insignificante si va acompañado de la creación de valor".

Y añade: “Los viajeros que optan por un alojamiento premium se mueven por la calidad y la autenticidad; cuando perciben que su contribución respalda la sostenibilidad local y mejora el destino, esto enriquece, en lugar de mermar, su experiencia”.