Los aviones de combate israelíes volaron más de 1,000 millas para atacar la ciudad portuaria de Hudaydah en el oeste de Yemen el lunes, después de que la milicia hutí lanzara un misil balístico que cayó cerca del principal aeropuerto internacional de Israel durante el fin de semana.
Al menos 21 personas resultaron heridas en uno de los sitios atacados, una fábrica de cemento al este de Hudaydah, según el ministerio de salud dirigido por los hutíes.
El ataque israelí fue el último en la serie de ataques entre Israel y los hutíes, el grupo armado respaldado por Irán que controla gran parte del noroeste de Yemen. Durante más de un año, los hutíes han estado disparando misiles y drones hacia Israel, en lo que llaman una campaña de solidaridad con los palestinos en Gaza.
Israel, Estados Unidos y Gran Bretaña, junto con otros países, han bombardeado repetidamente a la milicia en un intento de obligarla a cesar sus ataques. Los hutíes también han atacado y amenazado a barcos, tanto comerciales como militares, que atraviesan el Mar Rojo como parte de un intento de bloquear a Israel, a pesar de que muchas de las embarcaciones no tenían una conexión clara con Israel.
El domingo por la mañana, un misil balístico hutí evadió las defensas aéreas multinivel de Israel antes de impactar cerca del Aeropuerto Internacional Ben Gurion, que se encuentra ligeramente fuera de la ciudad costera de Tel Aviv. Los líderes israelíes rápidamente prometieron responder con fuerza al ataque, en el que resultaron heridas al menos seis personas.
El lunes por la noche, el ejército israelí comenzó a bombardear objetivos en Hudaydah, con aviones atacando el puerto, que el ejército dijo que era “una fuente principal de ingresos para el régimen hutí”, así como la fábrica de concreto. El puerto es el principal canal para que entren alimentos, combustible y ayuda en el empobrecido norte de Yemen, donde viven más de 20 millones de personas.
Jaber Mohammad, que vive a aproximadamente una milla del puerto, dijo que escuchó cuatro explosiones y aún podía escuchar las sirenas de ambulancias corriendo hacia el sitio más de una hora después de la explosión inicial.
“Nuestra infraestructura es extremadamente frágil; debería dejarse en paz”, dijo el Sr. Mohammad, de 40 años. “Están atacando instalaciones civiles que no tienen valor militar. Está claro que el verdadero objetivo es el ciudadano común”.
A pesar de meses de ataques aéreos de represalia y ataques con misiles balísticos, tanto Israel como los hutíes no han logrado sus objetivos declarados. Los hutíes han prometido seguir disparando contra Israel hasta el final de la campaña israelí contra Hamas en Gaza, que parece que Israel está a punto de intensificar.
Algunos analistas militares israelíes han argumentado que las opciones para someter al enemigo lejano del país son limitadas, incluso con el respaldo internacional.
El presidente Trump ha intensificado la campaña militar de Estados Unidos contra los hutíes, que comenzó bajo la administración Biden. El Sr. Trump ha prometido que el grupo será “completamente aniquilado” y ha endurecido las sanciones de Estados Unidos contra los hutíes. También volvió a designar al grupo como una “organización terrorista extranjera”.
Los funcionarios de Estados Unidos han publicado poca información sobre las recientes operaciones estadounidenses contra los hutíes. Pero los funcionarios hutíes han dicho que los ataques estadounidenses han matado a un gran número de personas. Los datos no pudieron ser verificados de forma independiente, ya que los hutíes tienen un control estricto sobre el flujo de información de las áreas bajo su influencia.
En abril, un ataque estadounidense apuntó al puerto de Ras Isa, otro importante depósito de combustible en Hudaydah, matando al menos a 74 personas y dejando heridas a más de 150, según Anees al-Asbahi, portavoz del ministerio de salud dirigido por los hutíes. Identificó a muchos como trabajadores portuarios.