Irlanda se dispone a dar la bienvenida a Brian Glynn como nuevo Embajador en España, tras la marcha de Frank Smyth, quien ha completado su mandato de cuatro años.
Fortalecimiento de los lazos hispano-irlandeses
Durante su estancia en Madrid, Frank Smyth desempeñó un papel crucial en la profundización de la relación entre Irlanda y España. El turismo ha sido el eje central de este vínculo, con más de 2,8 millones de visitas irlandesas a España cada año, la cifra per cápita más alta de cualquier país. A su vez, alrededor de 400 000 españoles viajan anualmente a Irlanda, muchos de ellos jóvenes estudiantes ávidos por perfeccionar su inglés. Este flujo constante de visitantes ha forjado un sentido de conexión perdurable entre ambas naciones.
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Una comunidad en el extranjero en crecimiento
Uno de los hitos más significativos durante el mandato de Smyth fue el anuncio del primer Consulado General de Irlanda en Málaga, que abrirá sus puertas el próximo año. Con tantos ciudadanos irlandeses residiendo y viajando por toda España, esta nueva sede ampliará el apoyo consular en la región.
Celebrando la cultura y la amistad
Más allá de la política, Smyth subrayó la calidez de la hospitalidad española. Madrid acoge ahora un desfile del Día de San Patricio que corta al tráfico la Gran Vía, atrayendo a más de 150 000 personas. La música y los deportes irlandeses también prosperan en España, con festivales, programas universitarios e incluso equipos de GAA en Galicia que mantienen vivos los vínculos culturales.
A su regreso a casa, Frank Smyth deja tras de sí un legado de conexiones más fuertes entre Irlanda y España. Su sucesor, Brian Glynn, asume el cargo en un momento en el que esos lazos están floreciendo más que nunca.
