Al menos cincuenta jabalíes han sido hallados muertos cerca de Barcelona, ante el creciente temor de que el brote de peste porcina en España pueda traspasar las fronteras del país.
Los investigadores descubrieron los animales sin vida mientras rastreaban la zona de cuarentena de Collserola, al oeste de la ciudad, pocos días después de que nueve ejemplares de la zona dieran positivo por primera vez en peste porcina africana (PPA).
Óscar Ordeig, consejero de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat, señaló que varios de los cincuenta animales habían dado negativo por PPA, aunque aún se esperan los resultados del resto. Hasta el momento, el número confirmado de jabalíes infectados se mantiene en nueve.
Este hallazgo se produce cuando aproximadamente cuarenta países –incluyendo Estados Unidos, Japón, México y Filipinas– han impuesto prohibiciones a la importación de porcino español, asestando un duro golpe a un sector que generó cerca de nueve mil millones de euros en exportaciones el año pasado.
Aunque todos los casos confirmados de PPA se han detectado hasta ahora en un radio de veinte kilómetros en torno a Collserola, la UE amplió esta mañana el área de cuarentena para incluir noventa y un municipios de Cataluña.
Ordeig anunció que el gobierno regional sacrificará todos los jabalíes dentro del perímetro exterior de la zona de cuarentena para evitar una mayor propagación de la enfermedad.
Las autoridades han desplegado un amplio operativo con agentes forestales, policías, unidades del ejército y equipos de protección civil para batir la zona de cuarentena en busca de animales infectados.
Las treinta y nueve explotaciones porcinas comerciales dentro del radio de vigilancia de veinte kilómetros han sido inspeccionadas por las autoridades y, de momento, ninguna ha mostrado signos de infección.
Aunque la enfermedad no afecta a los humanos, la PPA presenta una tasa de mortalidad del cien por cien en cerdos y jabalíes infectados.
La aparición de un solo animal infectado en una granja porcina conllevaría el sacrificio inmediato de toda la piara.
El gobierno ha anunciado un plan de ayudas por valor de diez millones de euros, potencialmente ampliable hasta veinte, para apoyar a ganaderos y negocios rurales afectados por la crisis.
La brusca caída de la demanda, unida a las prohibiciones de importación de mercados clave, amenaza con infligir un severo daño económico a la industria porcina española, un sector considerado desde hace tiempo uno de los pilares agrarios del país.
España es el principal exportador de porcino de la Unión Europea y el segundo a nivel mundial, con exportaciones superiores a 2,5 millones de toneladas en 2024.
El porcino representa la inmensa mayoría de las exportaciones cárnicas españolas –en torno al ochenta y cinco por ciento– y es un contribuyente vital para la balanza comercial agraria nacional.
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