Una pareja joven falleció ahogada durante unas riadas repentinas mientras disfrutaban de sus vacaciones de senderismo en Mallorca, según declaró una investigación judicial. Alejandro Barrett, instructor de escalada y socorrista de 32 años, intentó ayudar a su pareja, Sara Thompson, de 26, cuando un “muro de agua” se desplomó por el cañón que descendían junto a un grupo de excursionistas, reveló el tribunal forense de Stockport el martes.
Ambos fueron arrastrados por la corriente el 3 de septiembre. El cuerpo de Thompson fue recuperado por equipos de rescate españoles al día siguiente, mientras que el de Barrett fue hallado el 6 de septiembre en el cañón del Torrent de Pareis, en la sierra de Tramuntana. La Guardia Civil estimó que el británico, de 32 años, fue arrastrado casi tres kilómetros por la fuerza del torrente.
Su cuerpo apareció finalmente en la desembocadura del Torrent de Pareis, en Sa Calobra, dentro de una poza de unos dos metros de profundidad que ya había bajado considerablemente. Un helicóptero de la Guardia Civil detectó lo que parecía un cuerpo, y buzos junto al equipo de rescate acudieron a recuperarlo.
Según otros excursionistas que coincidieron con la pareja y fueron rescatados, la joven fue arrastrada por la corriente, y el hombre pereció al intentar salvarla. Las riadas causaron caos: el desbordamiento del Torrent de Es Racó, en Escorca, obligó a evacuar a un centenar de personas atrapadas. Además, el túnel de acceso a Sa Calobra quedó inundado.
Los equipos de tierra y el helicóptero intervinieron en la operación. De los cinco huéspedes del refugio de Son Amer, dos regresaron a las 00:20, conmocionados y agotados, tras ser rescatados. Un tercero requirió atención médica. Las autopsias determinaron que la causa de muerte fue ahogamiento. Jyoti Gill, forense de Manchester Sur, dictaminó muerte accidental por ahogamiento en ambos casos.