SEVILLA se ha sumido en el caos tras un aguacero torrencial, descrito por los vecinos como una “tormenta tropical”, que inundó varias zonas de la ciudad el miércoles.
El diluvio, que activó la alerta naranja, anegó un hospital principal, dejó atrapados a escolares y paralizó el tráfico en la capital andaluza.
La lluvia comenzó a azotar la ciudad antes del amanecer y se prolongó durante más de tres horas sin pausa, dejando gran parte del casco urbano bajo el agua.
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El Hospital Virgen Macarena, una de las principales instalaciones médicas de Sevilla, sufrió importantes inundaciones en sus pasillos y áreas de tratamiento.
Videos difundidos en redes sociales mostraban agua cayendo a través de los techos y estancándose alrededor de las camas de los pacientes, mientras el personal intentaba contener los daños.
“Es una vergüenza”, escribió un usuario, mostrando torrentes de agua recorriendo el servicio de urgencias.
En otro punto, la Calle Alfonso XII, en el corazón del casco antiguo, se transformó en un río donde los coches flotaban frente a los comercios.
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En Nervión, los residentes vadeaban agua hasta la cintura en la Calle Luis de Morales, subiéndose a los bancos para escapar de la crecida.
Los servicios de emergencia instaron a la población a permanecer en sus hogares y evitar los desplazamientos mientras atendían más de 600 incidentes, principalmente en el centro urbano y localidades colindantes.
En Dos Hermanas, los bomberos rescataron a grupos de escolares atrapados en sus aulas tras inundarse los patios de recreo.
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El servicio de emergencias 112 Andalucía confirmó inundaciones generalizadas en carreteras, viviendas y comercios de toda el área metropolitana.
Los meteorólogos de AEMET mantuvieron a Sevilla en alerta naranja por lluvias intensas y tormentas, incluso cuando los residentes se quejaban de que “la situación ya era de nivel de alerta roja”.
El sistema tormentoso formaba parte del mismo frente atlántico que había descargado lluvias torrenciales y tornados en Huelva e incluso en algunas zonas de la Costa del Sol esa misma mañana.
Para media tarde, el tráfico en el centro de Sevilla estaba colapsado, el transporte público interrumpido y varios pasos subterráneos, cerrados.
Las autoridades calificaron el diluvio de “extraordinario” y advirtieron que podrían desarrollarse nuevas tormentas durante la noche conforme la masa de aire húmedo se adentra en el interior.
Se recomendó a los ciudadanos no salir a la calle, evitar conducir y asegurar los objetos sueltos en los balcones, mientras los equipos de emergencia continuaban achicando agua de sótanos y pasillos hospitalarios.
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