El “AI slop” se alimenta de granjas de servidores masivas que generan contenido de bajo valor a escala. Crédito: PhonlamaiPhoto’s Images via Canva.com
Hoy en día, el contenido se siente extraño. Los resultados de búsqueda llevan a publicaciones recicladas, los feeds de imágenes están saturados de fotos casi idénticas y las noticias aparecen con inconsistencias y frases torpes. Las fuentes son poco claras, los creadores anónimos y el volumen de este contenido generado por IA se ha apoderado de todo. Esto es resultado de la producción masiva mediante herramientas de IA diseñadas para maximizar la cantidad con mínimo coste, y el resultado es lo que muchos ahora llaman “AI slop”: material que parece pulido pero aporta poco o ningún valor real.
Este tipo de contenido generado por IA se está extendiendo, y como consecuencia, gran parte de internet es ahora más difícil de navegar, menos creativo e incluso más difícil de confiar. No se trata de si es bueno o malo; es la velocidad con la que las plataformas se inundan de material creado para alcanzar audiencias, no para personas.
Lo más leído en Euro Weekly News
¿Qué es el “AI slop”?
El contenido generado por IA se refiere a aquel de bajo esfuerzo, producido en masa por máquinas. Aparece en diversas formas: videos de noticias falsas, listículos genéricos, imágenes clonadas, reseñas de productos automatizadas y hasta canciones compuestas por IA.
El término “slop” ganó popularidad en 2024 cuando los usuarios notaron un aumento en este tipo de contenido. The Guardian y Fast Company reportaron que el spam generado por IA comenzaba a afectar la usabilidad de sitios como Pinterest, YouTube e incluso Facebook. En Spotify, hay cientos de artistas generados por IA con decenas de álbumes temáticamente repetitivos, saturando los resultados y opacando mensajes humanos. En plataformas de ebooks, hay guías médicas, libros de cocina y relatos basados en datos raspados o alucinados.
Este contenido no está en los rincones de internet; compite directamente con el trabajo humano, obstruyendo los mismos resultados de búsqueda y sistemas de recomendación. La escala y velocidad son inalcanzables para cualquier creador individual.
¿Dónde se está extendiendo?
El AI slop está integrado en la infraestructura del internet moderno y aparece en plataformas donde afecta velocidad y volumen, superando la capacidad de moderación.
Según Meta, más del 30% de lo que los usuarios ven en Facebook e Instagram proviene de cuentas que no siguen. Esto permite que el “slop” se propague fácilmente, especialmente cuando está optimizado para likes, compartidos y consumo pasivo.
En 2023, los 10 videos más vistos en Facebook eran recetas de sopa generadas por IA, protagonizadas por un gato animado que no narraba los pasos. Uno superó los 80 millones de visitas, y otro, con un caballo hecho de pan, alcanzó 50 millones y recibió un “like” de Mark Zuckerberg.
Pinterest también ha sufrido este cambio. Búsquedas simples como “ideas de jardín” ahora devuelven páginas de imágenes generadas por IA, muchas con escenas irreales.
En Amazon y otras plataformas de libros digitales, los investigadores han detectado avalanchas de títulos generados por IA de baja calidad, como:
- Resúmenes de libros lanzados poco después de su publicación, con frases incoherentes.
- Estructuras repetitivas, como un “Capítulo 4” que destaca “la importancia de la importancia”.
El objetivo es saturar el mercado con contenido rápido y barato, esperando que alguna venta prospere.
Internet se está desmoronando.
Plataformas basadas en la exploración, como Pinterest, Google Imágenes o Amazon, muestran signos de decadencia. Los usuarios reportan resultados de búsqueda llenos de contenido vacío, repetitivo o falso.
Un informe de Fast Company (2024) reveló que búsquedas cotidianas (“mejores consejos para empacar” o “cómo dormir mejor”) a menudo devuelven artículos generados por IA con consejos vagos o erróneos, publicados en sitios que parecen legítimos pero son granjas de contenido automatizado.
El periodista Jason Koebler describió a Google como “un montón de basura SEO”, donde artículos de IA superan a textos reales, especialmente en finanzas, salud y tecnología.
La razón es simple: a las plataformas les conviene. El “slop” funciona bien por diseño: es visualmente atractivo, rápido de producir y predecible en su capacidad de generar interacción.
Incluso si esa interacción surge de confusión o morbo, plataformas como Meta, TikTok y YouTube ya no priorizan la calidad. Les importa el engagement: tiempo en pantalla, compartidos, comentarios y mantener al usuario desplazándose.
La mayoría no tiene herramientas fiables para etiquetar contenido generado por IA, a menos que se declare voluntariamente. Meta introdujo una etiqueta para audio y video, pero no aplica a imágenes o textos. TikTok e Instagram tienen vacíos similares, y su aplicación es mínima. Los creadores evitan las reglas simplemente omitiendo etiquetas.
Filtrar el “AI slop” a gran escala requiere mejores herramientas de moderación y supervisión humana, más allá de algoritmos. Mientras los usuarios sigan interactuando con él, aunque sea por accidente, seguirá dominando los feeds y crecerá mientras sea rentable. Es invisible en las publicaciones y difícil de penalizar sin afectar métricas.
El futuro del contenido
El problema del “AI slop” no es solo su omnipresencia, sino que está cambiando lo que esperamos del propio internet. Cuando la red se inunda con tanto ruido, hasta la señal empieza a parecer sospechosa.
No son las personas quienes dejarán de crearlo, y si las plataformas no arreglan el sistema que permitió este desastre, la responsabilidad cae sobre nosotros: hacer clic menos, cuestionar más y decidir qué tipo de internet estamos dispuestos a aceptar.
