El último campamento de las Roses Red antes de la Copa Mundial de Rugby tendrá lugar en Treviso, Italia, en julio.
Es el primer campamento en el extranjero que el equipo femenino de Inglaterra realiza, y aunque hay mucha emoción, el entrenador jefe advierte que será uno de los más duros y calurosos que hayan vivido.
“El calor en sí mismo generará su propia presión”, comentó Mitchell, ya que las temperaturas en la región rondan los 30°C en verano.
“Creo que nuestro torneo podría ser caluroso, así que esto nos beneficiará. Probablemente será el campamento más incómodo de todos, porque hará mucho calor y será agotador”.
Tras perder la última final del Mundial debido a la temprana expulsión de la ala Lydia Thompson, los entrenadores quieren asegurarse de que no quede nada al azar y prepararse para todas las eventualidades.
“La intensidad que hemos aplicado en nuestro juego los someterá a múltiples situaciones”, explicó Mitchell. “La injusticia en los partidos por tarjetas, ese tipo de cosas. El balance entre entrenamiento y recuperación también será un poco más exigente. Podemos hacer un campamento realmente molesto si queremos.”
“Queremos estar preparados para cualquier forma de injusticia, porque llegará en algún momento. Basta ver cómo las tarjetas y las evaluaciones de HIA han cambiado el juego en este aspecto”.
“Definitivamente tenemos que hacerlo, porque sucederá en el torneo. Prefiero estar alerta ante cualquier eventualidad, aunque incluso así, quizá no estemos listos para todo.”
“Si no generamos esa exposición, probablemente acabaremos decepcionándonos como en el último Mundial”.
