Francia y sus exultantes seguidores desplazados tras su triunfo en la tanda de penaltis contra Inglaterra.
Qué extraordinarias dos semanas de Fútbol Marcha hemos disfrutado en la Ciudad Deportiva de Torrevieja, mientras la Copa Mundial de Naciones alcanzaba su dramático desenlace con una emocionante victoria de Francia sobre Inglaterra en la muerte súbita de los penaltis, en la categoría Femenina Mayores de 50, el viernes por la tarde.
La final supuso el colofón perfecto para un torneo que ha cautivado la imaginación de jugadores, aficionados y organizadores por igual —dos semanas colmadas de pasión, camaradería y un fútbol tremendamente competitivo disputado con el mejor espíritu deportivo.
Aunque el resultado llegó en cierta medida en contra del juego, «Les Bleues» mostraron una resiliencia, una disciplina táctica y una fe tremendas para frustrar a las favoritas del certamen. El triunfo francés privó a Inglaterra de la oportunidad de completar un pleno de títulos en las seis categorías, poniendo fin a una extraordinaria racha de éxitos de los combinados ingleses.
Inglaterra había dominado el torneo con anterioridad, alzándose con los cinco títulos de las finales precedentes —tres durante la primera semana, seguidas de una ardua victoria por 1-0 sobre Irlanda del Norte en la final Masculina Mayores de 60 y una contundente victoria por 4-1 ante Australia en la gran final Femenina Mayores de 60 el viernes por la tarde.
Sus actuaciones fueron un magistral ejemplo de organización y determinación, granjeándose un respeto generalizado tanto de la afición como de sus adversarios.
Inglaterra camino de su ajustado triunfo por 1-0 en la categoría Masculina Mayores de 60.
No obstante, el triunfo galo aportó un sentido de equilibrio y dramatismo apropiado al evento. Sirvió como recordatorio de que el Fútbol Marcha, pese a su ritmo más pausado, está plagado de sorpresas y momentos emotivos que rivalizan con cualquier otra modalidad de este deporte.
Las jubilosas celebraciones de las jugadoras y seguidoras francesas al pitido final encapsularon el espíritu internacional e inclusivo de la Copa Mundial de Naciones —un auténtico festival de competición, respeto y convivencia.
El ambiente en Torrevieja a lo largo de la quincena fue simplemente electrizante. Los aficionados acudieron masivamente, especialmente durante la segunda semana, llenando las gradas de ruido, color y ánimos.
El entusiasmo del público creó un ambiente cálido y acogedor, donde los equipos de todo el mundo pudieron compartir no solo su talento futbolístico, sino también su cultura, humor y amistad.
El evento superó con creces las expectativas de sus organizadores, erigiéndose como un escaparate de aquello que convierte al Fútbol Marcha en un deporte global de tan rápido crecimiento.
«El deporte está demostrando un crecimiento masivo a nivel global, como pudimos comprobar con la paridad existente, donde numerosos equipos plantaron cara a los favoritos combinados ingleses», afirmó el Presidente de la FIWFA, Paul Carr.
Sus palabras reflejaban la opinión de muchos dentro del deporte —que el Fútbol Marcha está evolucionando rápidamente, atrayendo a nuevas naciones y reduciendo las diferencias competitivas entre los equipos consagrados y los emergentes.
Más allá de los resultados, la Copa Mundial de Naciones 2025 en Torrevieja será recordada por su camaradería, juego limpio y el sentimiento de comunidad que unió a todos los participantes.
Puso de relieve no solo el atletismo y la habilidad de los jugadores, sino también los valores compartidos de respeto, inclusión y participación a cualquier edad que definen este juego.
Mientras el sol se ponía en el último día, quedó claro que el Fútbol Marcha había dado otro gran paso adelante en el escenario mundial —y Torrevieja había ejercido como el anfitrión perfecto para su capítulo más inspirador hasta la fechaa.
