Cada vez más hombres se convierten en padres a una edad más avanzada. En Estados Unidos, la edad promedio de los primerizos ha aumentado a aproximadamente 31,1 años, y los hombres de 50 años o más ahora constituyen el 1,3% de todos los padres —un aumento pequeño pero claro con respecto al 1,1% de hace apenas una década. Las carreras profesionales, la estabilidad financiera, las relaciones en evolución y la preparación personal influyen en esta decisión de retrasar la paternidad.
Durante años, el "reloj biológico" se ha considerado casi exclusivamente un asunto femenino, afectando la calidad de los óvulos y aumentando los riesgos cromosómicos. Los hombres, en cambio, se veían como fértiles de por vida, simplemente porque la producción de esperma nunca cesa. Sin embargo, investigaciones recientes demuestran que el sistema reproductivo masculino también cambia con la edad, en formas que la ciencia apenas ahora comienza a comprender mejor.
Un nuevo estudio revela el costo genético del envejecimiento del esperma
En octubre de 2025, investigadores del Wellcome Sanger Institute y del King’s College London publicaron un estudio pionero en la revista Nature que rastreó cómo las mutaciones genéticas dañinas se acumulan en el esperma a medida que los hombres envejecen. Realizado en colaboración con el estudio TwinsUK —el registro de gemelos adultos más grande del Reino Unido—, la investigación buscaba determinar cómo la edad de un hombre da forma al material genético que transmite a sus hijos.
- La secuenciación revela la acumulación de mutaciones con la edad: El equipo analizó muestras de esperma de 81 hombres sanos de entre 24 y 75 años, utilizando secuenciación de ADN de alta precisión para rastrear cómo los pequeños cambios genéticos se acumulan con el tiempo. Los resultados mostraron que las mutaciones espermáticas no son solo resultado del desgaste por la edad. En su lugar, ciertas mutaciones son favorecidas durante la producción de esperma, otorgando a algunas células productoras de esperma una ventaja biológica sobre otras.
- Las células de esperma "egoístas" dominan con el tiempo: Estas células aventajadas se dividen más rápido y superan a las vecinas, transmitiendo sus mutaciones a una proporción mayor de espermatozoides. Con el paso de las décadas, esto crea un proceso evolutivo silencioso que remodela el panorama genético de los testículos, favoreciendo mutaciones que se replican eficientemente, incluso cuando aumentan el riesgo de enfermedades para la siguiente generación.
- Se identificaron 40 genes donde ocurren estas mutaciones: Muchos de estos genes están vinculados a trastornos del neurodesarrollo e infantiles, como autismo, epilepsia y cardiopatías congénitas, así como a ciertos tipos de cáncer. Aunque 13 de estos genes ya eran conocidos, el estudio demostró que el fenómeno es mucho más extendido, afectando a genes vitales para el crecimiento y desarrollo celular.
- Los cambios dañinos en el ADN persisten y se multiplican con la edad: El esperma de hombres en sus primeros 30 años presentaba mutaciones causantes de enfermedades en aproximadamente el 2% de los casos, mientras que los hombres de 43 a 74 años mostraban tasas del 3% al 5%. A los 70 años, alrededor del 4,5% de los espermatozoides contenía mutaciones perjudiciales. No todas las mutaciones conducen a la concepción; algunas impiden la fertilización, obstaculizan el desarrollo embrionario o provocan abortos espontáneos. Aun así, la tendencia revela un aumento medible del riesgo genético a medida que aumenta la edad paterna.
- Estos hallazgos redefinen nuestra visión de la línea germinal masculina: La línea germinal es el linaje de células que produce esperma y lleva información genética a las generaciones futuras. El estudio demostró que la selección natural actúa a nivel celular dentro de los testículos, un órgano que alguna vez se consideró genéticamente estable. Según la Dra. Raheleh Rahbari, autora principal del estudio: "Existe la suposición común de que, debido a que la línea germinal tiene una baja tasa de mutación, está bien protegida. Pero, en realidad, la línea germinal masculina es un entorno dinámico donde la selección natural puede favorecer mutaciones dañinas, a veces con consecuencias para la próxima generación".
- Hallazgos confirmados en datos genéticos a gran escala: En un estudio complementario en Nature, científicos de la Escuela de Medicina de Harvard y del Instituto Sanger analizaron más de 54.000 tríos de padre-hijo y 800.000 individuos sanos. Encontraron signos similares de selección positiva en más de 30 genes, confirmando que las mismas mutaciones que se expanden dentro de los testículos se transmiten a la descendencia. Esta validación cruzada entre datos de esperma y familiares representa un gran avance para comprender cómo la edad paterna moldea la herencia genética.
En conjunto, estos estudios muestran que, aunque los hombres siguen siendo capaces de ser padres más tarde en la vida, la edad conlleva cambios biológicos medibles que afectan tanto la fertilidad como la salud de los futuros hijos.
Evidencia anterior sobre las mutaciones relacionadas con la edad en la línea germinal masculina
Antes del informe de Nature de 2025, los científicos ya habían comenzado a mapear las huellas genéticas del envejecimiento en el sistema reproductor masculino. Por ejemplo, en 2022, una revisión exhaustiva publicada en Fertility and Sterility recopiló décadas de investigación que mostraba cómo el esperma cambia con la edad avanzada, tanto en sus características físicas como en su integridad genética.
- La edad altera la estructura y función del esperma: La revisión resumió disminuciones consistentes en la concentración, movilidad y morfología normal de los espermatozoides con la edad. Más allá de estos cambios visibles, los hallazgos más significativos provinieron del nivel genético, donde las mutaciones relacionadas con la edad en el ADN del esperma aumentan constantemente con el tiempo.
- Aumentan las mutaciones de novo con la edad paterna: Los datos de múltiples estudios mostraron que los cambios genéticos que aparecen por primera vez en la descendencia (conocidos como mutaciones de novo) se vuelven más frecuentes a medida que los hombres envejecen. Estas mutaciones se han vinculado con un mayor riesgo de afecciones del neurodesarrollo y ciertas anomalías congénitas.
- El envejecimiento de las células madre explica la acumulación de mutaciones: Trabajos anteriores sobre las células madre espermatogoniales, la fuente de todo el esperma, revelaron que cada división celular introduce pequeños errores en la copia del ADN. A lo largo de años de división continua, estos errores se acumulan, aumentando la carga mutacional dentro de la línea germinal. Algunas mutaciones incluso otorgan ventajas de crecimiento a linajes particulares de células madre, apoyando el proceso de selección "egoísta" que el estudio de Nature de 2025 confirmó posteriormente en detalle.
- Los resultados clínicos reflejan los hallazgos moleculares: La revisión conectó estos cambios moleculares con observaciones clínicas. Se demostró que los hombres de edad paterna avanzada tienen una mayor probabilidad de tener hijos afectados por trastorno del espectro autista, acondroplasia, esquizofrenia o ciertos cánceres infantiles.
- La deriva epigenética afecta la regulación génica en la descendencia: La revisión también señaló cambios en la metilación del ADN y otros marcadores epigenéticos que controlan cómo se activan o desactivan los genes. Se descubrió que estas modificaciones influyen en el desarrollo embrionario temprano.
Estos resultados respaldan la idea de que la fertilidad masculina no es fija, y que el reloj biológico, una vez considerado una preocupación exclusiva de la mujer, también avanza silenciosamente para los hombres.
Más allá de la edad: otras amenazas para la fertilidad masculina
Si bien la edad juega un papel clave en la calidad del esperma, las presiones ambientales y de estilo de vida modernas están erosionando la fertilidad masculina incluso en hombres más jóvenes. Los análisis que abarcan cinco décadas revelan que el recuento promedio de espermatozoides en todo el mundo se ha reducido a más de la mitad desde la década de 1970. Los investigadores señalan una convergencia de factores estresantes químicos, físicos y de comportamiento que, en conjunto, socavan la salud del esperma.
- Disruptores endocrinos (EDC): Estos compuestos sintéticos imitan o bloquean hormonas naturales, interrumpiendo la señalización en los testículos y alterando el equilibrio de testosterona y estrógeno. El resultado es una menor concentración de esperma, movilidad más deficiente y más espermatozoides anormales. Los EDC, que se encuentran en plásticos, productos de cuidado personal, envases de alimentos e incluso en el polvo doméstico, incluyen bisfenol A (BPA), ftalatos y sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), lo que hace que la exposición diaria sea casi inevitable.
- Microplásticos: Se han detectado pequeños fragmentos de plástico de menos de 5 milímetros en testículos humanos y de animales. En un estudio de 2024 con 47 perros y 23 hombres, los investigadores identificaron 12 tipos de microplásticos en todas las muestras. Los testículos humanos contenían un promedio de 328 microgramos por gramo, casi tres veces más que los de los perros. Estas partículas desencadenan inflamación y estrés oxidativo, y afectan los niveles de testosterona.
- Obesidad y mala alimentación: El exceso de grasa corporal y las dietas basadas en alimentos procesados amplifican el estrés oxidativo y reducen la calidad del esperma. Los hombres con sobrepeso tienen aproximadamente tres veces más probabilidades de tener recuentos de esperma por debajo de 20 millones por mililitro en comparación con los hombres con un peso saludable. La obesidad suprime la testosterona libre, eleva la temperatura escrotal y promueve la inflamación sistémica.
- Estrés: Una revisión sistemática publicada en Reproductive Biology and Endocrinology encontró que el estrés psicológico y laboral reducía consistentemente la concentración, movilidad y morfología de los espermatozoides, y aumentaba la fragmentación del ADN. Los investigadores concluyeron que el estrés sostenido altera el equilibrio hormonal del cuerpo y la función testicular, incluso en hombres por lo demás sanos.
- Tabaquismo y alcohol: El humo del cigarrillo expone al esperma a más de 7.000 toxinas, muchas de las cuales dañan directamente las membranas y el ADN de los espermatozoides. De manera similar, el consumo de alcohol se ha relacionado firmemente con una reducción de la calidad del semen y un deterioro de la regulación hormonal.
- Campos electromagnéticos (CEM): La exposición continua a la radiación de teléfonos móviles y Wi-Fi se ha relacionado con un aumento de la fragmentación del ADN y una menor movilidad y viabilidad de los espermatozoides. Llevar un teléfono en el bolsillo del pantalón aumenta el estrés oxidativo en los testículos y daña las células de Leydig, que producen testosterona.
- Contaminación del aire: Los contaminantes atmosféricos, incluyendo metales pesados, material particulado e hidrocarburos aromáticos policíclicos, alteran la regulación hormonal y se asocian con recuentos reducidos de espermatozoides y morfología alterada.
Comprender cómo se acumulan estas presiones ofrece una visión más clara del desafío moderno de la fertilidad y de dónde debe comenzar la protección.
Estrategias para proteger tu fertilidad antes de que sea demasiado tarde
Si bien no se puede cambiar la edad, tus elecciones diarias aún importan. Cuidar tu cuerpo durante tus años de plenitud ayuda a preservar la fertilidad y mantener espermatozoides más sanos por más tiempo. A continuación, se presentan acciones clave para ayudarte a proteger tu fertilidad:
- Mantén un peso saludable: Haz ejercicio con regularidad y basa tus comidas en alimentos integrales. Los carbohidratos saludables deben constituir la mayor parte de tus comidas, idealmente de fuentes como frutas maduras y verduras bien cocidas. Consume aproximadamente 0,8 gramos de proteína por libra de tu peso corporal ideal. Reemplaza los aceites vegetales ricos en ácido linoleico (LA) con grasas saludables como la mantequilla o el aceite de coco.
- Minimiza la exposición a EDC y otras toxinas ambientales: Para reducir tu exposición a los EDC, comienza por reemplazar los envases de plástico por vidrio, cerámica o acero inoxidable, y deja de calentar comida en plástico por completo. Al comprar frutas y verduras, elige variedades orgánicas, idealmente de tu mercado local, y lávalas a fondo. También busca productos domésticos y de cuidado personal sin fragancia, y filtra el agua del grifo.
- Evita la exposición a CEM: Sé consciente de dónde y cómo usas los dispositivos electrónicos. Mantén tu teléfono y tableta lejos de tu cuerpo, usa auriculares con cable o el modo altavoz para las llamadas y evita guardar dispositivos en tus bolsillos. Coloca las computadoras portátiles sobre escritorios en lugar de tu regazo, y apaga los routers Wi-Fi por la noche. En casa, mantén los dispositivos fuera de tu dormitorio para darle a tu cuerpo un descanso nocturno de la exposición constante.
- Gestiona el estrés y favorece un sueño reparador: Incorpora técnicas de reducción de estrés en tu rutina diaria, como meditación, yoga o ejercicios de respiración profunda. Por la noche, dale a tu cuerpo señales claras de que es hora de descansar: baja las luces una hora antes de acostarte, mantén tu habitación fresca y oscura, y ve a dormir a la misma hora cada noche.
- Considera la suplementación para la salud del esperma: Varios nutrientes han demostrado mejorar la calidad del esperma, particularmente la CoQ10, L-carnitina, zinc, selenio, vitamina E y grasas omega-3. Estos compuestos apoyan la función mitocondrial, mejoran la movilidad de los espermatozoides y protegen el ADN del daño oxidativo.
- Considera las pruebas médicas y la preservación de esperma de manera temprana: Si planeas retrasar la paternidad, un análisis de semen proporciona información valiosa sobre la concentración, forma y movilidad de los espermatozoides. La repetición de pruebas a lo largo del tiempo te ayuda a controlar los cambios. Si esperas retrasar la paternidad, habla con un especialista en fertilidad sobre la congelación de esperma. Recoger y almacenar muestras mientras tu fertilidad es óptima garantiza que el material genético se conserve incluso si la calidad del esperma disminuye más adelante.
Proteger tu fertilidad es una inversión a largo plazo en tu bienestar. El esfuerzo que pongas hoy determina no solo tu futura familia, sino también la calidad de tu salud en los años venideros.
Preguntas frecuentes (FAQ) sobre fertilidad masculina y envejecimiento
P: ¿A qué edad comienza realmente a declinar la fertilidad de un hombre?
R: Las investigaciones muestran que la calidad del esperma comienza a cambiar cuando un hombre llega a los 30. A principios de los 40, la concentración, movilidad e integridad del ADN de los espermatozoides muestran un declive medible. Estos cambios no hacen imposible la paternidad, pero sí aumentan el tiempo que puede llevar concebir y elevan ligeramente los riesgos de anomalías genéticas en la descendencia.P: ¿Qué le sucede realmente al esperma a medida que los hombres envejecen?
R: Cada vez que las células productoras de esperma se dividen, pueden ocurrir pequeños errores en la copia del ADN. A lo largo de décadas, estas mutaciones se acumulan y pueden transmitirse a la siguiente generación. Los investigadores encontraron que ciertas mutaciones "egoístas" incluso otorgan a las células productoras de esperma una ventaja de crecimiento, permitiéndoles multiplicarse más rápido y propagar variantes genéticas dañinas con el tiempo.P: ¿Existe una edad en la que los hombres deban considerar seriamente la preservación de esperma?
R: Si planeas retrasar la paternidad más allá de los finales de los 30, vale la pena hablar sobre la preservación de esperma con un especialista en fertilidad. Congelar esperma mientras eres más joven te permite asegurar material genético menos afectado por las mutaciones
