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Los precios al consumo aumentaron un 2,7% en junio respecto al año anterior, según informó el martes el Departamento de Trabajo de EE.UU., tras un incremento anual del 2,4% en mayo. Mensualmente, los precios subieron un 0,3% entre mayo y junio, después de un leve aumento del 0,1% el mes previo.
El repunte de la inflación supone un desafío político para el presidente Donald Trump, quien prometió durante la campaña del año pasado reducir los costos de inmediato. El pico inflacionario de 2022-2023 fue el peor en cuatro décadas y empañó la gestión económica del exmandatario Joe Biden. Una inflación más alta también fortalecerá la reticencia de la Reserva Federal a recortar su tasa de interés a corto plazo, tal como Trump exige públicamente.
El expresidente ha insistido repetidamente en redes sociales que "no hay inflación" y que, por ende, el banco central debería bajar rápidamente su tasa de referencia del 4,3% actual a alrededor del 3%.
Excluyendo las categorías volátiles de alimentos y energía, la inflación subyacente aumentó un 2,9% en junio frente al año anterior, comparado con el 2,8% de mayo. Mensualmente, subió un 0,2% entre mayo y junio. Los economistas monitorean de cerca estos datos porque suelen anticipar mejor la trayectoria inflacionaria.
"Si bien la inflación en EE.UU. se mantiene en niveles históricamente moderados, las cifras actuales esconden señales preocupantes que podrían acercar al país a un escenario estanflacionario", advirtió Lindsay James, estratega de inversiones de Quilter, agregando que tanto la inflación general como la subyacente se alejan del 2% objetivo de la Fed.
¿Qué encareció más?
El alza inflacionaria fue impulsada por múltiples factores. El precio de la gasolina subió un 1% solo en junio, mientras los alimentos aumentaron un 0,35%. Los electrodomésticos registraron su tercer alza mensual consecutiva.
Trump ha impuesto aranceles del 10% sobre todas las importaciones, más tasas adicionales: 50% en acero y aluminio, 30% en productos chinos y 25% en vehículos importados. La semana pasada, amenazó con gravar a la UE con un 30% a partir del 1 de agosto.
Este repunte podría aliviar al presidente de la Fed, Jerome Powell, criticado duramente por la Casa Blanca por no reducir las tasas. Powell ha reiterado que esperará a ver el impacto de los aranceles antes de ajustar la política monetaria, ya que estos podrían elevar precios y frenar el crecimiento, un dilema para la Fed.
Trump calificó a Powell de "terrible" y "incompetente", aunque reconoció que la economía sigue fuerte. Aún así, insistió en que "sería bueno" bajar tasas para facilitar la compra de viviendas.
"Trump insiste en el vigor económico y en recortar tasas, pero los datos no respaldan su postura", señaló James. "Con un mercado laboral sólido, la estabilidad de precios justifica mantener o incluso subir las tasas".
Además, funcionarios blancacass criticaron a Powell por sobrecostos en la remodelación de sedes de la Fed, cuyo presupuesto se disparó a $2.500 millones. Aunque Trump no puede destituirlo solo por diferencias políticas, podría hacerlo por negligencia.
Perspectivas inflacionarias
"La segunda mitad del año probablemente traerá más presiones de precios junto a un crecimiento estancado", pronosticó James, destacando que "hasta ahora, los altos inventarios acumulados antes de la guerra comercial han contenido la inflación".
Algunas empresas, como Walmart y Mitsubishi, ya ajustaron precios (+2,1% en autos), mientras Nike planea aumentos "quirúrgicos". Otras han evitado subidas usando reservas de insumos o esperando acuerdos comerciales que reduzcan aranceles.
(Tags: Tasas de interés, Reserva Federal, Economía estadounidense, Aranceles de Trump, Inflación)
