Uno de los últimos tramos vírgenes de la costa sur de España podría desaparecer bajo el hormigón
El ayuntamiento de Tarifa ha ignorado 157 objeciones y ha dado luz verde a un macroproyecto urbanístico junto a su playa más icónica. A pesar de meses de oposición, los ecologistas quedaron consternados esta semana cuando se aprobaron los planes para esta desarollo masivo en Los Lances Norte, una zona protegida a las afueras del pueblo.
El proyecto incluye 730 viviendas y 1.360 plazas hoteleras, ocupando un terreno más grande que 80 campos de fútbol, a escasos metros de las dunas y humedales de Playa de Los Lances, parte de un parque nacional y reserva natural europea.
El engaño de la protección ambiental
Aunque el área pertenece al Parque Natural del Estrecho y a la red Natura 2000 de la UE, gran parte podría ser arrasada para construir apartamentos de lujo, segundas residencias y complejos turísticos.
Ecologistas en Acción tachó la decisión de "desastre" para el medio ambiente y la población local. "No son viviendas para familias de Tarifa, sino para ricos, más hoteles de turismo masivo y más presión en un pueblo al límite", declaró el portavoz Javier Gil en una investigación previa de The Olive Press. "La gente viene por playas vírgenes, no para ver bloques de cemento", añadió.
Un proyecto polémico resucitado
El plan de Los Lances, basado en un proyecto urbanístico de 1990 —previo a leyes ambientales—, llevaba décadas aparcado. Con grandes inversores interesados, el ayuntamiento lo ha reactivado.
Los activistas denuncian que forma parte de una especulación inmobiliaria mayor: el Ayuntamiento ha destinado seis zonas costeras —como Valdevaqueros, Las Piñas y Cabo Plata— a desarrollos que expandirían el suelo urbano un 450%.
"Es pura especulación", afirmó Gil. "No hay agua, ni infraestructuras, y los locales no pueden pagar las viviendas existentes. Mientras, el ayuntamiento prioriza proyectos para foráneos adinerados".
Hasta empresarios turísticos se oponen. Peter Whaley, hotelero británico residente en la zona, señaló: "Es una locura. Deberíamos proteger este litoral, uno de los pocos no masificados".
Impacto ambiental y social
Ecologistas advierten de daños irreversibles: aves en peligro, dunas frágiles y humedales clave contra inundaciones estarían en riesgo. Además, Tarifa ya sufre escasez hídrica y servicios públicos colapsados en verano.
"No hay recursos", insistió Gil. "Falta vivienda para locales, agua y espacio en agosto. ¿Y ahora quieren una miniciudad en una reserva natural?".
La Junta de Andalucía decidirá finalmente tras una evaluación ambiental, pero los activistas temen que sea un trámite: el Partido Popular gobierna tanto el ayuntamiento como la región.
Agaden (Ecologistas en Acción) calificó de "farsa" la consulta pública, ya que las 157 objeciones —incluidos informes sobre riesgos de inundaciones y ilegalidades— fueron desestimadas.
"No nos escuchan", denunció Gil. "Están convirtiendo Tarifa en otra Costa del Sol sin nuestro consentimiento. Los que amamos este lugar estamos siendo excluidos".
Preparan acciones legales y protestas para el verano: "No nos rendiremos. Si creen que destruirán esta costa sin lucha, están muy equivocados".
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