La India ha ordenado que todos los nuevos teléfonos inteligentes vengan con una aplicación de ciberseguridad estatal preinstalada que no se pueda desinstalar, lo que ha generado preocupaciones sobre la privacidad.
Según la orden, que se aprobó la semana pasada pero se hizo pública el lunes, los fabricantes tienen 90 días para asegurar que todos los dispositivos nuevos incluyan la aplicación gubernamental Sanchar Saathi.
Las autoridades dicen que esto es necesario para ayudar a los ciudadanos a verificar la autenticidad de un teléfono y reportar el uso sospechoso de recursos de telecomunicaciones.
Esta medida, que afecta a uno de los mercados telefónicos más grandes del mundo con más de 1.200 millones de usuarios, ha sido criticada por expertos. Ellos argumentan que viola el derecho a la privacidad de los ciudadanos.
Lanzada en enero, la app Sanchar Saathi permite a los usuarios verificar el IMEI de un dispositivo, reportar teléfonos perdidos o robados y señalar comunicaciones fraudulentas sospechosas.
El IMEI (Identidad Internacional de Equipo Móvil) es un código único de 15 dígitos que identifica y autentica un dispositivo móvil en las redes celulares. Básicamente, es el número de serie del teléfono.
En un comunicado, el Departamento de Telecomunicaciones de la India afirmó que los teléfonos con números IMEI duplicados o falsificados representan un “grave peligro” para la ciberseguridad.
“La India tiene un gran mercado de dispositivos móviles de segunda mano. También se han observado casos donde se revenden dispositivos robados o en listas negras”, dijo, añadiendo que esto convierte al comprador en “cómplice de un delito y le causa pérdidas económicas”.
Bajo las nuevas normas, la aplicación preinstalada debe ser “fácilmente visible y accesible” cuando el usuario configura el dispositivo, y sus funcionalidades no se pueden desactivar ni restringir.
Los fabricantes también deben “hacer un esfuerzo” para proporcionar la aplicación mediante actualizaciones de software para los dispositivos que ya salieron de fábrica pero aún no se han vendido, según el comunicado.
A todas las empresas se les ha pedido que presenten informes de cumplimiento de la orden en 120 días.
El gobierno dice que esta medida fortalecerá la ciberseguridad. Un informe de Reuters, citando cifras oficiales, indica que la aplicación ha ayudado a recuperar más de 700,000 teléfonos perdidos, incluyendo 50,000 solo en octubre.
Pero expertos dicen que los amplios permisos de la aplicación generan dudas sobre cuántos datos puede recopilar, ampliando las posibilidades de vigilancia.
“En términos simples, esto convierte cada teléfono inteligente vendido en la India en un vehículo para software obligatorio del estado que el usuario no puede rechazar, controlar o eliminar de manera significativa”, dijo el grupo de defensa Internet Freedom Foundation.
El diseño, que hace imposible desactivar la aplicación, también debilitaría las protecciones que normalmente evitan que una aplicación acceda a los datos de otra, agregó el grupo.
Esto, según ellos, convierte efectivamente a la aplicación en “un punto de acceso permanente y no consensuado dentro del sistema operativo de cada usuario indio de smartphone”.
El analista tecnológico Prasanto K. Roy afirma que la mayor preocupación es cuánto acceso podría terminar teniendo una aplicación en el teléfono.
“No podemos ver exactamente qué está haciendo, pero sí vemos que pide muchos permisos: acceso potencial a casi todo, desde la linterna hasta la cámara. Esto ya es preocupante”, dijo a la BBC.
En Google Play Store, la aplicación indica que no recopila ni comparte datos del usuario. La BBC contactó al departamento de telecomunicaciones con preguntas sobre la aplicación y las preocupaciones de privacidad.
Roy añade que el cumplimiento será difícil, ya que la orden va en contra de las políticas de la mayoría de los fabricantes, incluyendo Apple.
“La mayoría de las empresas prohíben la instalación de cualquier aplicación gubernamental o de terceros antes de la venta de un smartphone”, dice.
Aunque el mercado indio está dominado por Android, se estima que el iOS de Apple impulsaba aproximadamente un 4.5% de los 735 millones de smartphones en el país a mediados de 2025, según Counterpoint Research.
“Apple históricamente ha rechazado este tipo de solicitudes de los gobiernos”, dijo Tarun Pathak, director de investigación de Counterpoint, a Reuters.
Apple no ha comentado públicamente, pero Reuters informa que no tiene intención de cumplir y “transmitirá sus preocupaciones a Delhi”.
La India no es el único país que ha endurecido las reglas de verificación de dispositivos.
En agosto, Rusia ordenó que todos los teléfonos y tablets vendidos en el país vinieran con la aplicación de mensajería estatal MAX preinstalada, generando preocupaciones similares sobre privacidad y vigilancia.
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