A partir del 1 de octubre de 2025, los precios del gas en España experimentarán un incremento, tanto en el gas natural como en las bombonas de butano, utilizadas ampliamente para calefacción, cocina y agua caliente.
Estas subidas, que coinciden con la proximidad del invierno, se atribuyen al aumento de los costes de las materias primas y a la necesidad de almacenar reservas de gas para la temporada invernal.
Incremento previsto para el gas canalizado
Gas Natural: La Tarifa de Último Recurso (TUR) registra una subida. Para un hogar promedio (TUR1), el coste variable pasa de 4,12 céntimos a 4,50 céntimos por kilovatio hora, y la cuota fija mensual se eleva de 3,26 € a 3,93 €. Un domicilio que consuma 400 kWh al mes afrontará un incremento aproximado de 1,52 € en el coste variable más 0,67 € en la cuota fija, totalizando unos 2,19 € adicionales mensuales. Las comunidades de vecinos (TUR4) sufrirán un aumento mayor, con un incremento de unos 6,24 € mensuales para un consumo de 2.000 kWh, a lo que se suma una subida de la cuota fija de 16,90 €.
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Incremento previsto para el gas butano
Bombonas de Butano: El precio de la bombona de butano, esencial en muchas viviendas rurales, cuya última subida fue el 17 de septiembre de 2024 (de 15,37 € a 15,93 €), implica un aumento de 0,56 € por unidad. Un hogar que utilice dos bombonas al mes deberá asumir un gasto extra de 1,12 € mensuales.
Los precios, que se hallan regulados, se revisan bimensualmente para el butano y trimestralmente para el gas natural, en función de la evolución de los mercados internacionales y los costes de transporte.
Consecuencias de la subida del gas en España
Estos encarecimientos supondrán una presión añadida para la economía familiar, afectando particularmente a los hogares con bajos ingresos y a quienes dependen del butano en zonas no conectadas a la red de gas natural. Anualmente, se consumen alrededor de 64,5 millones de bombonas para cubrir necesidades básicas. Las comunidades de propietarios con sistemas centralizados de gas también notarán el impacto, con facturas más elevadas para la calefacción colectiva. Las familias vulnerables, a pesar de las ayudas públicas, serán las más perjudicadas, ya que estos gastos se suman al contexto inflacionario y al incremento del coste de la vida.
En cuanto al futuro, una posible reducción de precios dependerá de la coyuntura internacional, como la evolución de los precios de las materias primas y los costes del transporte. La próxima revisión del butano será el 19 de noviembre de 2025 y la del gas natural el 1 de enero de 2026. Una bajada podría producirse si descienden los precios de las materias primas o se fortalece el euro, pero, con la demanda invernal en su apogeo, no se anticipa un alivio significativo antes de la primavera de 2026. Como suele decirse, “¡se acerca el invierno!”
