Los incendios forestales arrasaron 30.000 hectáreas (74.000 acres) más en el oeste de España en menos de 24 horas, según datos satelitales del martes, aunque el descenso de las temperaturas ha generado esperanzas de contenerlos.
Unas 373.000 hectáreas (922.000 acres) han sido calcinadas en España este año hasta las 07:00 GMT del martes, de acuerdo con el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales.
Esto lo convierte en la peor temporada de incendios desde que hay registros en 2006, superando el 2022, cuando ardieron 306.000 hectáreas.
La mayor parte de la devastación proviene de grandes fuegos activos desde hace más de una semana en las provincias del noroeste de Zamora y León, Ourense en Galicia, y Cáceres en Extremadura.
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Las autoridades han evacuado a miles de residentes de decenas de pueblos.
Varias carreteras principales permanecen cerradas, y los trenes entre Madrid y Galicia están suspendidos.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tenía previsto visitar este martes las zonas afectadas en Zamora y Cáceres.
Aunque los funcionarios advirtieron que los incendios distan mucho de estar controlados, el fin de la ola de calor de 16 días ha mejorado las condiciones para los bomberos.
Las temperaturas máximas bajaron entre 10 y 12 grados Celsius y aumentó la humedad, señaló Nicanor Sen, delegado del Gobierno en Castilla y León.
“Estos cambios facilitan y mejoran las condiciones para controlar los incendios”, declaró a TVE.