Un adolescente de 14 años oriundo de Seidões, en el municipio de Fafe al norte de Portugal, ha confesado ser el autor de varios incendios que devastaron comunidades locales durante los últimos veranos.
La policía indicó que el joven solía prender fósforos en zonas forestales antes de huir en su ciclomotor.
Joven de 14 años vinculado a reiterados incendios en Portugal
Según la Policía Judicial (PJ) de Portugal, el menor está sospechoso de provocar incendios en las parroquias de Seidões, Ardegão y Arnozela. La policía señaló en un comunicado que “el joven pudo haber actuado por ira y frustración derivadas de su bajo rendimiento académico y la precariedad de sus relaciones sociales” (Euronews).
Los investigadores de la PJ destacaron que los incendios se declaraban “sistemáticamente” en estas parroquias, a veces a diario, destruyendo varias hectáreas de bosque y generando gran preocupación entre los residentes.
The Portugal Resident citó a la PJ afirmando que el adolescente regresaba con frecuencia a casa para esconderse tras provocar los incendios, y añadió que los lugares elegidos entrañaban “un alto riesgo de propagación, debido a las densas áreas forestales de la región, el terreno accidentado y la abundante vegetación seca”.
Caso derivado al tribunal de menores
La Brigada de Investigación Criminal de Braga, en colaboración con el Grupo de Trabajo para la Reducción de Igniciones Rurales – Litoral Norte, recabó evidencias que vinculan al joven con los incendios. Desde entonces, este ha confesado los hechos y el caso ha sido remitido a la Fiscalía, antes de pasar al Tribunal de Familia y Menores.
La policía no descarta la posibilidad de que el adolescente haya actuado acompañado.
La crisis de incendios forestales en Portugal
Portugal ha estado combatiendo una serie de incendios este verano. Hasta el 20 de agosto, las autoridades habían detenido a 52 sospechosos de provocar incendios intencionados, la mayoría en ese mismo mes, según la agencia de noticias Lusa.
Uno de los incendios más grandes esta semana ha tenido lugar en Rebordelo, municipio de Vinhais, donde se desplegaron más de 400 bomberos, 140 vehículos y seis aeronaves. Funcionarios de Protección Civil informaron a Lusa que gran parte del perímetro del incendio estaba controlado, aunque un frente seguía siendo de difícil acceso.
Aunque el clima más fresco ha brindado cierto alivio, el Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA) mantiene las regiones del interior y del sur en riesgo máximo y muy alto de incendio.
Si bien muchos de los incendios forestales en Portugal están relacionados con condiciones meteorológicas extremas y sequía, este caso subraya la perturbadora realidad de los incendios intencionados en comunidades vulnerables.
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