Impulso Británico para la Temporada Baja en Mallorca

A mediados de septiembre, tras la vuelta al cole de los niños, comencé a percibir un notable aumento de visitantes británicos en Mallorca. A finales de mes me alojé en un hotel cercano a Puerto Pollensa y aproximadamente el setenta por ciento de los huéspedes eran británicos, muchos de ellos ciclistas. Y desde entonces, he ido divisando a más y más por Palma, especialmente durante los fines de semana.

No solo es esto lo que las autoridades balearicas anhelan —una prolongación de la temporada—, sino que también lo desea la industria en general. Fuentes del sector turístico del Reino Unido, presentes en la reciente convención de ABTA en Mallorca, hablaron de un sólido volumen de reservas durante los meses de la temporada baja y, hasta ahora, no se han equivocado.

Cierto es que el tiempo ha estado un poco inestable, pero ha sido mucho más cálido de lo habitual para estas fechas y los británicos ya están acostumbrados a un poco de lluvia, máxime cuando la mayoría de las viviendas ya han tenido la calefacción puesta durante el último mes o incluso más. No obstante, eso cuesta dinero y, con el presupuesto de noviembre acercandose, sé que el sector turístico del Reino Unido está preocupado por posibles repercusiones negativas.

El gobierno anda en busca de financiación adicional y, si sigue considerando al sector como una vaca lechera, las consecuencias para el negocio turístico y los potenciales viajeros serán desfavorables; más aún con una Navidad que se vislumbra muy costosa para la clase media británica, el segmento de mercado que suele resentirse más con los ajustes económicos.

LEAR  El grupo de justicia climática tiene estrechos lazos con jueces y expertos implicados en litigios en medio de acusaciones de imparcialidad.