"Impactante revelación": Documental de Netflix investiga el desastre del submarino Titan

El desastre del Titan, el submarino que implosionó en su viaje al Titanic

Si estabas consciente en el verano de 2023, probablemente recuerdes la especulación frenética, el horror ajeno y la investigación improvisada tras la desaparición del submarino llamado Titan durante un viaje comercial al naufragio del Titanic. El desastre del Titan fue inevitable durante semanas: comenzó como una misión de rescate, con la esperanza de un fallo mecánico y un oxígeno limitado para los cinco pasajeros, pero terminó como una operación de recuperación trágica.

Resultó que el submarino implosionó a 3.300 metros de profundidad, apenas 90 minutos después de iniciar su descenso. Los cinco tripulantes—el explorador británico Hamish Harding, los empresarios Shahzada Dawood y su hijo Suleman, el buzo francés Paul-Henri Nargeolet y el dueño del submarino, Stockton Rush—murieron al instante.

Mientras continuaba la búsqueda del submarino, salieron a la luz informes preocupantes sobre OceanGate, la empresa operadora. Un denunciante había advertido años antes que la implosión del casco de fibra de carbono era matemáticamente segura. Aun así, Rush, su fundador, evitó cualquier certificación externa. Para muchos, esto fue otra tragedia evitable, resultado de la arrogancia humana.

Según el nuevo documental de Netflix, el diseño del Titan hacía su implosión casi inevitable. "El submarino podía implosionar en cualquier momento", dijo el director Mark Monroe. Sorprendentemente, el Titan logró 13 inmersiones hasta el Titanic antes del accidente. Pero para quienes investigaron o perdieron a alguien en la tragedia, la historia es aún más compleja.

El documental evita recrear el momento final y se enfoca en una década de malas decisiones que priorizaron la ambición sobre la seguridad. "Si los pasajeros hubieran sabido cómo se construyó, no se habrían subido", afirma Monroe.

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OceanGate, fundada en 2009 por Rush, atrajo talento con su promesa de hacer viajes al océano profundo más accesibles. Usaban fibra de carbono, un material liviano pero sin pruebas a profundidades extremas. "La fibra de carbono se degrada con el uso", explicó Monroe.

A pesar de repetidos fallos en las pruebas, Rush ignoró las advertencias de sus ingenieros y evitó inspecciones externas. Varios empleados renunciaron; el piloto David Lochridge fue despedido por cuestionar la seguridad del submarino. En una reunión grabada en 2018, Rush lo despide y dice: "No quiero a nadie incómodo con lo que hacemos. Hacemos cosas raras aquí".

El documental revela que Rush exageró colaboraciones con Boeing y la NASA, aunque nunca existieron. Un correo de Boeing advertía: "No tienes margen de seguridad".

Monroe reflexiona sobre la mentalidad de Rush: "Creía en romper las reglas, pero cuando hay vidas en riesgo, eso es peligroso".

OceanGate siguió operando incluso después de que un viaje en 2022 dañara el submarino. Un año después, el Titan implosionó. La causa oficial aún no se ha publicado, pero se cree que fue por la degradación del casco.

"Las reglas de la física aplican para todos", concluye Monroe. "No se puede ignorarlas".

(Dos pequeños errores corregidos: "submarino" en lugar de "submarinista" y "naufragio" en vez de "náufrago")