Residentes en varias zonas de la Vega Baja y la Región de Murcia amanecieron este martes con un fuerte olor a humo y un ambiente denso, lo que generó alarma generalizada y un aumento de llamadas a emergencias.
El intenso olor a quema y la notable disminución en la calidad del aire, perceptibles desde primeras horas en múltiples municipios, llevaron a muchos a temer un incendio cercano. El Centro de Coordinación de Emergencias 112 recibió numerosas llamadas de vecinos alarmados por el humo, sin que se divisaran llamas o un origen claro.
No obstante, el humo no provenía de la zona. Procedía de un gran incendio forestal en Paüls (Tarragona), a más de 400 kilómetros de distancia. Las llamas han arrasado ya al menos 150 hectáreas y siguen sin control, obligando a confinar nueve localidades cercanas. Los vientos arrastraron el humo hasta el sureste de España, alcanzando áreas como Alicante y Murcia.
Hacia las 9:30 h, casi un centenar de llamadas se registraron en Orihuela Costa y otros puntos de la Vega Baja. Poco después, Murcia reportó situaciones similares, con autoridades confirmando el descenso de la calidad del aire desde las 9:00 h.
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Ante esto, el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana y los servicios locales del 112 tranquilizaron a la población: no había incendios activos en la región. Explicaron que el humo, procedente de Tarragona, se desplazaba por efecto del viento.
El Ministerio de Medio Ambiente indicó que el sistema nacional de calidad del aire no detectó niveles peligrosos y que, por ahora, el humo no supone un riesgo sanitario. No obstante, advirtió que una masa de aire sahariana llegará en las próximas horas, pudiendo empeorar la situación en el sureste.
Mientras, crecieron las tensiones políticas por la respuesta local. Víctor Egío, secretario de comunicación de Podemos en Murcia, criticó al Ayuntamiento por su "pasividad", señalando que para las 10:00 h no se habían tomado medidas. Destacó que algunos municipios de Alicante ya recomendaban quedarse en casa y cerrar ventanas. «El Consistorio no ha activado ningún protocolo, exponiendo a niños en campamentos y miles de trabajadores al aire libre», denunció.
Egío añadió que el sistema regional de medición no funcionaba correctamente. «El gobierno insiste en que el aire es aceptable, pero no es así. Es tóxico y se requiere actuar ya».
Tras las críticas, el Ayuntamiento de Murcia reconoció el descenso en la calidad del aire, atribuyéndolo al humo y al polvo sahariano. Sin decretar emergencia, reportó altos niveles de partículas (PM10 y PM2.5) y anunció mayor monitorización y avisos ciudadanos.
Las autoridades recomiendan ahora limitar actividades al aire libre y ventilar interiores solo cuando sea posible.