Los dos ensayos de Oliver Gildart en la segunda mitad mantuvieron a Hull KR en la senda de la victoria frente a St. Helens, asegurándoles un puesto en la semifinal de play-off de la Super League.
Los Robins establecieron una revancha de la final del año pasado contra los Wigan Warriors el próximo sábado (18:00 BST), tras una potente exhibición en el primer tiempo y conteniendo el ineludible contraataque de los Saints en el segundo.
Mikey Lewis inauguró el marcador y, acto seguido, Gildart habilitó espléndidamente a Joe Burgess, aprovechando el viento a favor de la tormenta Amy en los primeros cuarenta minutos.
Deon Cross respondió después del descanso para los Saints, pero el doble de Gildart hizo que un ensayo tardío de Harry Robertson no lograra detener su marcha hacia Old Trafford.
Ninguno de los dos conjuntos llegaba en su mejor momento al partido en Craven Park; Hull KR, inusualmente errático, había perdido dos de sus últimos cinco encuentros de la temporada regular.
Si bien los Saints contaban con dieciséis días de descanso tras su último partido, la semana anterior se había visto marcada por una frenética y brillante remontada ante los Leeds Rhinos.
El equipo de Paul Wellens se topó con una versión de los Robins que no les regaló nada en la primera mitad, manteniéndolos prácticamente acorralados en su propio tercio de campo.
Cuando los Saints cedieron, con Jack Welsby intentando en vano sujetar por la camiseta a Jez Litten, el conjunto local fue implacable: Arthur Mourgue transformó el penalti resultante y, poco después, Burgess asistió a Lewis para que este se deslizara y anotase su vigésimo ensayo de la temporada.
Gildart fue decisivo a caballo entre ambos periodos: primero liberó un pase antes de ser derribado, dando a Burgess un claro camino hacia la meta, y luego anotó dos propios cuando los Saints amenazaban con reaccionar.
Los Saints se habían topado con una defensa robin implacable y una línea imposible de franquear, pero retornaron al campo con renovado optimismo tras el descanso.
Parecía que la remontada estaba en marcha cuando, ejerciendo fuerte presión y tras una carrera en la segunda jugada, Cross lanzó un muñeco que engañó a Mourgue y le valió el ensayo, con la conversión de Jonny Lomax acercándoles en el marcador.
El ímpetu parecía decantarse del lado del equipo de Wellens, pero quizás salieron sobreexcitados, otorgando tres penalties consecutivos que cedieron terreno y les obligaron a reconstruir desde lejos.
Gildart estuvo allí para un ensayo sencillo cuando Lewis, con mejor criterio de patada que St Helens, lanzó uno para que Burgess desviase el balón hacia sus manos; ocho minutos después, capturó un pase de Lewis para su segundo tanto.
Robertson atravesó una brecha para marcar y Lomax convirtió, sembrando un atisbo de duda, pero los Robins cerraron el encuentro asegurándose su segunda final consecutiva, tan solo nueve años después de sufrir la ignominia del descenso.
