La huelga de controladores aéreos franceses, que debía haber comenzado esta mañana, ha sido pospuesta sine die. En un comunicado, Ryanair declaró: “Una excelente noticia (temporal), PERO el problema de fondo persiste y afecta a todos los pasajeros que sobrevuelen el espacio aéreo francés (incluso aquellos cuyos vuelos no tengan origen o destino en Francia)”.
Los miembros del sindicato mayoritario de controladores aéreos (SNCTA) habían propuesto una huelga «desde la mañana del 7 de octubre hasta el final del turno de noche en la madrugada del 10 de octubre» en el marco de un conflicto laboral sobre salarios y condiciones de trabajo. Esta medida no solo afectaría a los vuelos con destino a Francia, sino también a aquellos que simplemente sobrevuelen el país rumbo a otros destinos populares como España, Portugal e Italia.
El consejero delegado, Michael O’Leary, ha instado en repetidas ocasiones a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a que impulse la reforma del sistema actual. Según los informes, algunos países, como España, Italia y Grecia, protegen los vuelos en tránsito durante las huelgas de control aéreo.
«El Reino Unido es el país cuyos vuelos se cancelan con mayor frecuencia debido a su proximidad geográfica con Francia», afirmó. Los británicos se enfrentan a cancelaciones de última hora y a desvíos de rutas que añaden cientos de millas, lo que se traduce en llegadas en la madrugada o, simplemente, en pernoctaciones forzosas en aeropuertos de conexión. Incluso los pasajeros con destino a Grecia, y a ciertas zonas de Alemania y Suiza, deberían prepararse para sufrir retrasos en cascada.
El SNCTA anunció que suspendía la huelga prevista tras alcanzar ciertos acuerdos y por el aplazamiento por parte del primer ministro francés del debate parlamentario del proyecto de ley de finanzas.
