Mallorca se adentra con paso firme en la era digital mediante tres proyectos hoteleros pioneros que aprovechan la tecnología para impulsar la sostenibilidad, enriquecer la experiencia del huésped y reforzar la seguridad. Impulsadas por el Grupo WDNA, estas iniciativas forman parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), gestionado por la Secretaría de Estado de Turismo a través de SEGITTUR y cofinanciado con los fondos Next Generation de la Unión Europea.
El Capricho & Spa en Capdepera, Villa Miel en Cala Millor y Lago Garden en Cala Ratjada participan en el proyecto, unidos por una característica común: la integración de la plataforma entropy©. Este sistema monitoriza el consumo, los procesos y los riesgos potenciales en tiempo real, lo que permite a los hoteles anticipar necesidades operativas y mantenerse a la vanguardia de los estándares de la industria.
Tomeu Guiscafré, Consejero Delegado de la división de Internet de las Cosas de WDNA, señala que la digitalización hotelera tiene dos prioridades principales. La primera es la sostenibilidad, con especial atención al agua, un recurso vital y a menudo escaso en islas como Mallorca. “No se trata solo de medir cuánta agua ingresa al hotel, sino de comprender con precisión cómo se utiliza”, explica. “La tecnología nos permite rastrear su uso en piscinas, spas, habitaciones y jardines, y detectar fugas de manera temprana. Estos datos hacen que las medidas de ahorro energético sean más efectivas y garantizan que el cumplimiento se supervise correctamente”.
Guiscafré añade que la información es invaluable para los equipos técnicos, quienes pueden usarla para detectar problemas con rapidez, controlar depósitos de almacenamiento de forma automática y gestionar procesos críticos. “Digitalizar la gestión del agua es un paso hacia un modelo hotelero más eficiente y responsable con el medio ambiente”, afirma.
La segunda prioridad es la gestión digital de otros recursos clave. “Monitorizamos el consumo eléctrico en cocinas, equipos de piscina y otras áreas, permitiendo planes de eficiencia energética altamente personalizados. También realizamos un seguimiento de los residuos, clasificando papel, plástico, vidrio y materia orgánica para evaluar el impacto de políticas como la reducción del uso de plásticos”, explica.
La tecnología también se extiende a la experiencia del cliente. “Podemos monitorizar la calidad del aire interior y combinar estos datos con información meteorológica para ofrecer recomendaciones personalizadas”, dice Guiscafré. “Se trata de hacer que la estancia sea más cómoda y adaptable, donde la tecnología actúa como un aliado invisible, no como un artilugio”.
La seguridad constituye el tercer pilar de la digitalización. Sistemas de cámaras con inteligencia artificial y herramientas de monitorización de afluencia permiten a los hoteles responder ante riesgos y ajustar la presencia de personal en áreas comunes o piscinas sin comprometer el confort de los huéspedes. “Por ejemplo, podemos desplegar socorristas de manera más eficiente durante las horas punta, mejorando tanto la seguridad como la eficiencia operativa”, destaca.
Iniciativas Hoteleras
Cada hotel ha desarrollado un proyecto específico. Capricho & Spa lidera Smart-Eco, centrándose en la gestión sostenible del agua, la energía y los residuos, involucrando además a los huéspedes en la reducción del impacto ambiental.
Villa Miel ha lanzado el concepto Smart-Eco Room, que combina el confort con la eficiencia automatizada. Los sistemas ajustan el uso, proporcionan información transparente a los clientes y optimizan los recursos. El proyecto cuenta con el apoyo de comunicaciones tanto digitales como in situ para guiar y educar a los visitantes.
Lago Garden está implementando SEC-SMART, que digitaliza la seguridad mediante sensores, análisis de vídeo y geolocalización. El sistema permite activar protocolos de respuesta inmediata sin alterar la comodidad de los huéspedes.
A pesar de sus diferentes enfoques, los tres proyectos demuestran el potencial de la digitalización de “última milla” en el sector turístico de Mallorca. “La digitalización no es solo modernización”, sostiene Guiscafré. “Es una herramienta estratégica para afrontar los retos de sostenibilidad, competitividad y confianza del turismo del futuro”.