Los hoteleros de Mallorca están adoptando medidas para procurar que no se repitan los casos de ocupación ilegal del invierno pasado. Los complejos Bellevue en Alcudia y Sol y Mar Apartments en Cala Bona fueron dos casos muy mediáticos, habiéndose ocupado en Bellevue un bloque entero por numerosas personas.
Aunque existen numerosas medidas de seguridad, preocupa que la publicidad del pasado invierno fomente nuevos intentos. Muchos establecimientos se ubican en zonas turísticas que permanecen muy tranquilas en esta época; apenas hay gente. Esta misma ausencia de personas puede constituir un riesgo de seguridad.
Los pequeños empresarios, en particular —la mayoría no afiliados a la Federación de Hoteleros de Mallorca—, han incrementado sus medidas de seguridad. Aunque no son miembros, la federación ha concentrado esfuerzos en asistirlos. Dicho esto, Bellevue no es un ejemplo de pequeña empresa; pertenece al grupo BlueBay, mientras que una división de Iberostar participa en su gestión.
La vicepresidenta de la federación, María José Aguiló, confía en que exista protección legal. Ocupar un alojamiento turístico es “un delito evidente de ocupación de propiedad privada”. Señala que ya existen protocolos para las fuerzas de seguridad sobre cómo actuar en tales situaciones. “Nuestro objetivo es evitar procesos judiciales largos y costosos, con el consiguiente perjuicio para los propietarios y los empleados afectados, que no pueden reincorporarse al trabajo por la paralización de la actividad.”
Podría alegarse que ocupar una vivienda particular es igualmente un delito obvio contra la propiedad privada. No obstante, el caso Bellevue puso de relieve una diferencia legal. Se invocó la ley de turismo como justificación para los desalojos supervisados por una empresa especializada. La ley alude al pago anticipado de los alojamientos turísticos. En Bellevue, evidentemente, no hubo dicho pago por adelantado.