El Tribunal Supremo de Madrid ha ratificado una sentencia del Tribunal Superior de les Illes Balears que ordena el cierre del Botel Alcudiamar en el Puerto de Alcudia. La empresa gestora del puerto deportivo, Alcudiamar S.L., había interpuesto un recurso ante el Tribunal Supremo.
Los tribunales han revocado la autorización turística que le fué concedida al hotel en 2003, cuando ya funcionaba como tal. La sentencia del Supremo parece poner fin a una batalla legal iniciada por los ecologistas del GOB, quienes alegaban que la explotación turística era ilegal y que el establecimiento estaba destinado exclusivamente al uso náutico. Alcudiamar se ha negado a hacer declaraciones sobre la decisión del Supremo, limitándose a decir: “Queremos estudiar la sentencia.”
El Tribunal Superior balear determinó que la actividad hotelera era contraria a las leyes de ordenación territorial y turismo y que la autorización no podía mantenerse en vigor. En marzo de este año, el tribunal ordenó que el Consell de Mallorca tomara las medidas necesarias para clausurar el hotel en un plazo de dos meses.
El 17 de octubre, dos días después de que el Supremo hiciera pública su sentencia, el GOB presentó un nuevo escrito ante el Tribunal Superior de Baleares exigiendo que el Consell y Alcudiamar clausuraran y sellaran las instalaciones hoteleras “sin más dilación”.
“Resulta inaceptable que un establecimiento declarado ilegal continúe operando con impunidad en el dominio público marítimo-terrestre. El fallo del Tribunal Supremo supone una victoria para la defensa del territorio y del dominio público, y refuerza el principio de que ningún privilegio corporativo puede estar por encima de la ley y de la protección ambiental y territorial.”
