Conductor se niega a la prueba de alcoholemia tras circular casi dos kilómetros en contrasentido
Totana, Murcia — 8 de septiembre de 2025
La Guardia Civil de Murcia interceptó a un hombre de 51 años que condujo durante casi dos kilómetros en dirección contraria por la autovía A-7 a su paso por el municipio de Totana.
El conductor, de nacionalidad boliviana y residente en Lorca, está siendo investigado por dos presuntos delitos contra la seguridad vial: conducción temeraria y negativa a someterse a las pruebas obligatorias de alcoholemia.
El incidente se produjo en la A-7 (Algeciras–Tarragona) cuando una patrulla de la Unidad de Tráfico de la Guardia Civil de Lorca, que operaba con un vehículo sin distintivos, detectó un automóvil circulando de frente hacia el tráfico que se aproximaba. Al reconocer el peligro inminente, los agentes activaron el Protocolo oficial para Vehículos en Contrasentido en Vías de Doble Calzada.
Para evitar un accidente potencialmente catastrófico, los agentes adelantaron al vehículo infractor, estacionaron su coche de manera segura y cruzaron la mediana a pie para alertar a los conductores que se acercaban del peligro. Esta maniobra también les permitió detener el vehículo del sospechoso.
Al ser interceptado, el conductor presentaba claros signos de ebriedad. Se le informó de la obligación legal de someterse a las pruebas de alcohol y drogas. Sin embargo, y a pesar de ser advertido de que la negativa constituye un delito, se rehusó a realizar la prueba.
El recorrido temerario duró poco menos de dos kilómetros, pero fue lo suficientemente largo como para causar el pánico entre los demás automovilistas. De hecho, la Guardia Civil recibió cerca de 20 llamadas de emergencia de conductores que presenciaron el vehículo dirigiéndose directamente hacia ellos.
Las autoridades recalcaron que las acciones del hombre supusieron un riesgo extremo para sí mismo y para los demás. «Circular en contrasentido por una autovía es una de las situaciones más peligrosas imaginables y puede facilmente derivar en colisiones frontales mortales», declaró un portavoz de la Guardia Civil.
El conductor se enfrenta ahora a un proceso judicial por conducción temeraria y negativa a someterse a las pruebas de alcoholemia, ambos delitos graves según la ley de tráfico española. De ser declarado culpable, podría enfrentar cuantiosas multas, la pérdida del permiso de conducción e incluso una pena de prisión.
La Guardia Civil agradeció la rápida cooperación de los ciudadanos y recordó a la ciudadanía la importancia de reportar inmediatamente las conducciones peligrosas llamando al 112 (emergencias) o al 062 (Guardia Civil). Subrayaron que las alertas rápidas son esenciales para prevenir tragedias en las carreteras de España.
