La Guardia Civil ha encontrado 32 perros muertos por inanición en una finca de Badajoz, en la península. Habían sido abandonados desde el pasado mes de junio sin agua ni comida. Algunos presentaban señales de haber intentado alimentarse de los cadáveres en descomposición de otros animales ya fallecidos.
La Guardia Civil investiga al dueño de la propiedad por abandono animal, al no proveer los cuidados básicos, lo que resultó en la muerte de todos los canes. Algunos estaban sueltos, otros atados con cadenas o encerrados en perreras. Todos se encontraban en condiciones de salud deplorables, sin agua ni alimento, lo que les llevó a fallecer de hambre.
El incidente ocurrió la semana pasada cuando una patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) descubrió indicios de que podía haber perros en mal estado y abandonados por su dueño en un almacén. Por ello, se iniciaron gestiones para localizar al responsable y al propietario del inmueble.
Tras realizar la inspección en presencia del dueño, un vecino del mismo municipio, los agentes hallaron 32 cadáveres de perros esparcidos por el recinto, en un estado de extrema delgadez y con claros signos de abandono, además de estar en diferentes fases de descomposición.
Las diligencias del caso han sido remitidas al Juzgado de Instrucción de Llerena y a la Fiscalía de Medio Ambiente de Badajoz.
