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A las 6.20 de la mañana del domingo, las cámaras de seguridad del club náutico de Can Pastilla grabaron a un velero de 12 metros, Peregrin Tuk, abandonando el puerto. Dos hombres sin hogar iban a bordo del barco. Lo habían robado y se dirigían hacia el sur.
Horas más tarde, se desorientaron en la zona de Cabrera y contactaron a la Agencia de Seguridad Marítima para informar que estaban a la deriva. Una patrulla de la Guardia Civil interceptó el barco robado, y los agentes arrestaron a los dos – españoles de 53 y 59 años.
Los propietarios se quedaron impactados por la condición en la que encontraron el barco. “Lo han destrozado, lo han vandalizado”, dijo uno de los familiares. “El interior ha sido gravemente dañado por estos individuos, que se emborracharon y dejaron atrás varias botellas grandes que no son nuestras.”
Criticaron la falta de seguridad en el Club Náutico San Antonio de la Playa. “¿Cómo pudieron entrar estos dos individuos y robar el barco? Todo el protocolo tuvo que ser activado por culpa de dos personas sin hogar. La zona está llena de personas sin hogar; hay dos pueblos enteros. No podemos permitir más inseguridad.”
Los dos comparecieron ante un juez en Manacor el martes. Ejercieron su derecho a no declarar y fueron puestos en libertad. Un juzgado en Palma llevará adelante el caso.
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