Los líderes militares de Malí dicen que arrestaron a un ciudadano francés bajo sospecha de espionaje para su país, en un intento de desestabilizar la nación africana.
En un comunicado leído en la televisión nacional el jueves por la noche, la junta alegó que Yann Vezilier trabajaba "en nombre del servicio de inteligencia francés". Vezilier no ha comentado sobre la acusación.
Su foto fue transmitida, junto a la de varios generales del ejército arrestados recientemente por supuestamente planear derrocar al gobierno militar.
"El complot ha sido frustrado con la detención de los involucrados", dijo el ministro de Seguridad de Malí, Gen. Daoud Aly Mohammedine, en su discurso televisado.
Francia, excolonizador de Malí, tampoco ha comentado sobre el arresto ni las acusaciones de desestabilización.
Desde 2012, el país africano enfrenta una crisis de seguridad por una insurgencia islamista, una de las razones del golpe militar. Sin embargo, los ataques de grupos yihadistas han continuado e incluso aumentado.
Tras días de especulaciones sobre el supuesto golpe, Mohammedine confirmó que "elementos marginales de las fuerzas de seguridad" fueron detenidos por intentar "desestabilizar las instituciones de la república".
"Estos soldados y civiles" obtuvieron "ayuda de Estados extranjeros", señaló el ministro.
El francés actuó "en nombre de los servicios de inteligencia franceses, que movilizaron líderes políticos, actores de la sociedad civil y personal militar" en Malí, añadió.
También confirmó el arresto de dos generales, incluido Gen. Abass Dembele, exgobernador de Mopti, recientemente destituido.
Fuentes de seguridad informaron a AFP que al menos 55 soldados fueron arrestados en relación con el intento de golpe.
Mohammedine dijo que hay una investigación en curso para identificar "posibles cómplices" y que "la situación está bajo control".
La tensión política ha aumentado en las últimas semanas, con el arresto de los ex primeros ministros Moussa Mara y Choguel Maïga, acusados de dañar la reputación del Estado y malversación.
Mara, crítico del gobierno militar, está detenido desde el 1 de agosto, mientras Maïga enfrenta sanciones judiciales.
En mayo, la junta disolvió todos los partidos políticos luego de raras protestas antigubernamentales, que Mara calificó como un golpe a los esfuerzos de reconciliación iniciados el año pasado.
El líder de la junta, Gen. Asimi Goïta, que tomó el poder en 2020 y 2021, prometió elecciones el año pasado, pero nunca se realizaron.
En julio, el período de transición se extendió cinco años, permitiéndole gobernar hasta al menos 2030.
Junto a Níger y Burkina Faso, Malí busca ayuda de aliados rusos para contener los ataques yihadistas tras cortar lazos con Francia, pero la seguridad no ha mejorado significativamente.