Rita Ortiz sufrió una grave herida sangrante en la cabeza y fue declarada muerta al llegar los servicios de emergencia.
Torrevieja, julio 2025 — El hijo de una conocida dueña de hotel de 77 años de Guardamar, encontrada golpeada hasta la muerte en diciembre de 2022, ha sido arrestado por la Guardia Civil como principal sospechoso del caso. El Juzgado de Instrucción número 4 de Torrevieja ha ordenado su ingreso inmediato en prisión, mientras libera a otro sospechoso bajo medidas cautelares.
El detenido, de 53 años y conocido en la zona por sus problemas de drogadicción, compareció ante el tribunal junto a un conocido también arrestado por su presunta participación en el crimen.
Mientras el hijo permanece en prisión provisional sin fianza, el segundo detenido obtuvo libertad provisional con condiciones estrictas: presentación ante el juzgado tres veces por semana, retirada del pasaporte y prohibición de abandonar el país.
La víctima, Rita Ortiz, propietaria del Hotel Guardamar, fue hallada muerta en la mañana del 21 de diciembre de 2022. Su hijo, con quien compartía vivienda, llamó a emergencias alegando un robo—versión descartada por los investigadores. Desde el inicio, la Guardia Civil lo señaló como principal sospechoso.
Los investigadores esperaron más de dos años resultados forenses clave. El Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses de Barcelona realizó más de 100 pruebas de ADN y huellas, obteniendo evidencia concluyente contra el hijo. Estos hallazgos, sumados al peritaje del Laboratorio de Criminalística de Alicante en la vivienda, motivaron los arrestos la semana pasada.
Aunque ninguno ha confesado formalmente, fuentes cercanas a la investigación revelan declaraciones inconsistentes y mutuas acusaciones veladas.
Todo apunta a que el fatal altercado ocurrió durante una discusión entre madre e hijo, agravada por los problemas de drogas de él. Las pruebas indican una pelea física donde ambos cayeron por una escalera, sufriendo traumatismos craneales.
Rita Ortiz falleció por una herida sangrante en la cabeza. Su hijo también sufrió traumatismos, insistiendo en un ataque de intrusos—teoría descartada por las autoridades.
La investigación reveló además la desaparición de joyas de la víctima. Según informes, su relación era tensa: él ponía candado a su habitación y le restringía el acceso cuando ella salía.
El caso sigue abierto a cargo de la Unidad de Homicidios de la Policía Judicial de Alicante, el Equipo de Guardamar y el Laboratorio Forense del Comandancia de Alicante, que trabajan para esclarecer este trágico conflicto familiar.