Dos hermanos menores y su abuelo murieron en un accidente en la carretera I-10 cerca de Buckeye, según informó el Departamento de Seguridad Pública de Arizona.
“Eran inseparables”, dijo Carlos Saldaña, su padre. “Super increíbles, inteligentes, juguetones y muy cariñosos. Les encantaba hacer sonreír a la gente”.
Con nueve y seis años, Emiliano y Carlos Antonio Saldaña eran los mejores amigos. Saldaña contó que sus hijos amaban hacer lo que a todos los niños les gusta: jugar con Legos y seguir a su papá a todos lados. Él creía que sus hijos seguirían sus pasos para convertirse en emprendedores. El mayor ya había comenzado su propio puesto de limonada.
“Eran niños realmente increíbles”, dijo Saldaña.
Saldaña recuerda su última despedida con ellos, casi dejando que el menor se fuera sin un abrazo. “Le dije: ‘Oye, Antonio, te olvidaste de mi abrazo’. Él volvió corriendo y me dio un gran abrazo. Probablemente nunca lo hubiera soltado si lo hubiera sabido”, dijo Saldaña.
Los niños viajaban con sus abuelos maternos de regreso a Phoenix desde Tonopah cuando el auto en el que iban volcó. Según la policía, los niños de seis y nueve años no iban en sillas infantiles ni llevaban cinturones de seguridad. El abuelo, Israel Vasquez, de 48 años, también falleció en el acto. DPS está investigando la causa del accidente.
Saldaña ahora se enfoca en que el legado de sus hijos perdure. “Brillaban dondequiera que estuvieran”, dijo. “Brillaban”. Él espera que ningún otro padre tenga que sentir el dolor de una pérdida tan inimaginable.
“Solo me gustaría decirle a todos: abracen a sus hijos”, dijo Saldaña. “Nunca se sabe cuándo será el último día que los verán”.
Se creó una página de GoFundMe para ayudar a la familia Saldaña con los gastos funerarios.