ACTUALIZACIÓN DEL CASO: En mayo de 2025, Lyle y Erik Menéndez recibieron una nueva sentencia de 50 años a cadena perpetua, pero con posibilidad de libertad condicional. Gracias a esta nueva sentencia, ahora pueden optar a audiencias de libertad vigilada bajo leyes para delincuentes jóvenes. En agosto de 2025, se denegó su primera solicitud de libertad condicional. En septiembre de 2025, un juez rechazó la petición de hábeas corpus de los hermanos para un nuevo juicio.
Este artículo fue publicado originalmente el 1 de marzo de 2024.
Lyle y Erik Menéndez llevan más de tres décadas en prisión en California por el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez, ocurrido en 1989. Fueron condenados por homicidio en primer grado y sentenciados a cadena perpetua en un caso notorio que captó la atención de todo el país. Ahora, los hermanos esperan que nuevas pruebas reabran su caso y los liberen.
La colaboradora de “48 Hours”, Natalie Morales, habla con Lyle Menéndez desde la prisión mientras esperan la decisión de un juez, en una repetición de “The Menendez Brothers’ Fight for Freedom”, ahora disponible en Paramount +.
Los hermanos Menéndez esperan que nuevas pruebas ayuden a reabrir su infame caso de asesinato
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Los hermanos Menéndez admiten que mataron a sus padres. Sin embargo, el enfoque del caso siempre a estado en el porqué lo hicieron. Insisten en que actuaron por miedo y en legítima defensa tras una vida de abuso físico, emocional y sexual por parte de sus padres.
Uno de sus abogados, Cliff Gardner, declara a “48 Hours” que nuevas evidencias corroboran estas afirmaciones de siempre y reducen su culpabilidad. Gardner argumenta que Lyle y Erik Menéndez debieron ser condenados por homicidio involuntario en lugar de asesinato en primer grado, y que de haber sido así, hubieran recibido una sentencia mucho menor y ya estarían libres.
Las nuevas pruebas incluyen esta carta escrita por Erik Menéndez a su primo Andy Cano en diciembre de 1988.
Superior Court of the State of California, Los Angeles County
La nueva evidencia incluye una carta que, según Gardner, fue escrita por Erik Menéndez a su primo, Andy Cano, en diciembre de 1988, unos ocho meses antes del crimen. En la carta se lee, en parte: “He estado intentando evitar a papá. Sigue pasando, Andy, pero ahora es peor para mí. … Todas las noches me quedo despierto pensando que puede entrar. … Tengo miedo. … Está loco. Me ha advertido cien veces que no se lo diga a nadie, especialmente a Lyle”.
Andy Cano testificó en los juicios de los hermanos. Dijo que Erik Menéndez, a los 13 años, años antes de los asesinatos, le contó que su padre lo tocaba de manera inapropiada. Los fiscales en el juicio sugirieron que Cano mentía.
Los hermanos fueron juzgados dos veces. Su primer juicio terminó en un juicio nulo cuando dos jurados, uno para cada hermano, no pudieron llegar a una decisión unánime sobre si eran culpables de homicidio involuntario o asesinato. En el segundo juicio, los fiscales atacaron las acusaciones de abuso más agresivamente, refiriéndose a ellas como “la excusa del abuso”. Ese juicio resultó en su condena por asesinato en primer grado.
Gardner afirma que esta carta prueba que las acusaciones de abuso no eran inventadas. Dice que la carta nunca se presentó en ninguno de los juicios y que fue descubierta en el trastero de la madre de Andy Cano hace unos años. Andy Cano murió en 2003.
La carta no es la única prueba que ha surgido. Roy Rossello, exmiembro de la banda puertorriqueña Menudo, ha declarado que también fue abusado sexualmente por José Menéndez a principios de los 80, cuando Rossello era menor de edad y miembro del grupo. En esa época, José Menéndez era ejecutivo de RCA Records, la discográfica que fichó a Menudo.
José Menéndez, fila superior, segundo desde la izquierda, aparece con exmiembros de Menudo en 1983, incluido Roy Rossello, abajo a la derecha.
Sony Music/RCA Records
Rossello tiene ahora 54 años. Declara en una afidávit jurada presentada en 2023 que fue a la casa de José Menéndez en el otoño de 1983 o 1984. Rossello tendría entre 14 y 15 años en ese momento. Dice que bebió “una copa de vino” y luego sintió que “no tenía control” sobre su cuerpo. Afirma que José Menéndez lo llevó a una habitación y lo violó. Rossello también declara en la afidávit que fue abusado sexualmente en otras dos ocasiones, justo antes y después de una actuación en el Radio City Music Hall de Nueva York.
“Cuando me enteré… lloré”, le dijo Lyle Menéndez a Morales. “Para mí, fue muy significativo que salieran a la luz cosas que hicieron que la gente se diera cuenta de que, bueno… al menos esta parte es cierta”.
El abogado de los hermanos, Cliff Gardner, presentó una petición de hábeas corpus en mayo de 2023 citando la carta y la declaración de Rossello como nuevas pruebas que demuestran que las condenas de sus clientes deberían anularse.
“Los chicos fueron abusados de niños. Fueron abusados toda su vida… Y esto es un caso de homicidio involuntario, no de asesinato. Es así de simple”, dijo Gardner a “48 Hours” sobre los hermanos Menéndez. “Mi esperanza es que el juez se dé cuenta de que esta nueva evidencia es creíble y persuasiva, y que anule las condenas”.
Si eso ocurriera, correspondería a la Fiscalía del Condado de Los Ángeles decidir si vuelve a juzgar el caso. En un comunicado, la fiscalía dijo a “48 Hours” que está investigando las afirmaciones de la petición de hábeas corpus. No está claro cuándo dictaminará un juez.
El 3 de octubre, el Fiscal del Condado de Los Ángeles, George Gascón, dijo que su oficina está revisando el caso de asesinato de los Menéndez, citando dos nuevos factores que los fiscales están considerando de cara a una audiencia judicial el próximo mes.
Gascón dijo en una rueda de prensa que podría haber potencial para una nueva sentencia o incluso para un nuevo juicio.