La “zona de interés” identificada en una búsqueda voluntaria para encontrar el cuerpo de una niña británica que desapareció en Australia hace 55 años resultó ser una falsa alarma, según informó la Policía de Nueva Gales del Sur.
Un equipo de voluntarios que usó perros detectores de cadáveres en la búsqueda de Cheryl Grimmer tenía la esperanza de que su descubrimiento fuera un avance en el caso, que sigue siendo un misterio desde su desaparición en 1970, cuando ella tenía tres años.
Sin embargo, la policía indicó que los huesos encontrados en el área pertenecían a un animal, añadiendo que la búsqueda había “concluído”. Esto fue en respuesta a las consultas de la BBC.
Las autoridades sospechan que Cheryl, quien había emigrado de Bristol con su familia, fue secuestrada de la playa Fairy Meadow en Wollongong en enero de 1970.
La búsqueda del jueves tuvo lugar en Balgownie, en una pequeña zona boscosa mencionada en la confesión de un adolescente.
En 2019, el juicio contra el sospechoso, conocido sólo por el nombre clave “Mercury” y acusado del secuestro y asesinato de Cheryl, fue cancelado. El hombre, que tenía sesenta años en ese entonces, negó cualquier delito.
Los fiscales después retiraron los cargos en su contra después de que un juez no permitió la confesión que hizo cuando era menor de edad.
En las décadas desde la desaparición de Cheryl, las autoridades han realizado numerosas búsquedas, pero han encontrado pocas pistas sobre lo que le pasó.
Las autoridades de NSW han ofrecido una recompensa de un millón de dólares australianos por información sobre el secuestro y el sospechoso asesinato de Cheryl.
Ricki Nash, el hermano de Cheryl de 62 años, ha destacado públicamente lo que él cree que son errores en la investigación policial que se remontan al día en que ella desapareció.
El Sr. Nash tenía siete años entonces. Él vió a su hermana por última vez en los vestuarios de Fairy Meadow el día de su desaparición.
Una petición que pide al parlamento estatal que establezca una investigación sobre las pesquisas de personas desaparecidas supervisadas por la Policía de NSW, como la de Cheryl, reunió más de 10,000 firmas este verano.
Fue debatida en el parlamento, pero en una carta de respuesta a los peticionarios, las autoridades estatales no se comprometieron a realizar una investigación.
Con reportes de Tiffanie Turnbull en Sídney.