Texto en español (nivel C1 con algunos errores/erratas):
Los ejecutivos de la salud enfrentan un dilema: las inversiones en tecnología, especialmente en IA, siguen creciendo, pero los retornos de implementaciones pasadas siguen siendo esquivos. Muchos proveedores deben justificar su gasto incremental en tecnología, mientras aún luchan por obtener valor de sus sistemas tecnológicos existentes. Por ejemplo, un 71% de ejecutivos hospitalarios admitieron que los costos no han bajado pese a implementar herramientas digitales, según una encuesta de Atomik Research del 2024.
El enigma para los líderes actuales: ¿Dónde invertir más y dónde mantener el *statu quo*?
La realidad: Las respuestas correctas probablemente no vendrán de las tecnologías más *trending* del año.
Para ganar la carrera armamentista de IA, los ejecutivos deben identificar las brechas reales en sus ecosistemas digitales y enfocarse en resolver problemas de raíz. Sin embargo, muchas organizaciones añaden herramientas para un síntoma aislado, terminando con un sistema fragmentado y no escalable.
Para muchos proveedores, el *call center* sigue siendo un punto de acceso crítico que necesita mejora. Para garantizar que la IA y la automatización generen valor real, los líderes pueden aplicar tres estrategias:
1. Identificar puntos críticos donde la IA aporte valor inmediato
La demanda de servicios aumenta mientras persisten la escasez de personal. Un análisis de Oliver Wyman proyecta que, hacia 2035, los adultos mayores serán 1 de cada 4 estadounidenses, aumentando la demanda de atención. Además, la relación trabajadores-sanitarios/pacientes bajará de 3:1 a 2:1.
Un ejemplo clave es la gestión de citas. Una clínica ortopédica redujo llamadas abandonadas en un 20% en el primer mes usando IA vocal, agilizando actualizaciones y reservas sin esperas.
2. Evaluar compensaciones antes de invertir
Ante soluciones llamativas, hay que evitar compras impulsivas y preguntar:
- ¿Reduce tareas repetitivas para el personal?
- ¿Permite trabajar en funciones de mayor valor?
- ¿Es una mejora real o solo un *upgrade* superficial?
- ¿Mejora la retención de pacientes?
Las herramientas de autoprogramación son un ejemplo claro, pues reducen llamadas y liberan al equipo.
3. Garantizar integración con sistemas existentes
El fracaso de muchos *EHRs* enseña que la tecnología debe ser escalable y sostenible. La IA debe integrarse en flujos de trabajo actuales y mejorar la experiencia del paciente. Muchas herramientas prometedoras fallan al enfrentar la realidad clínica.
Automatizar citas o llamadas *rutinarias* suena bien, pero si la solución opera en silos, ignora reglas o flujos existentes. Los líderes deben exigir pruebas concretas de funcionamiento en entornos reales.
Los proveedores ganarán más con decisiones estratégicas a largo plazo que con soluciones puntuales. Estas estrategias aseguran un ROI sólido, resolución de problemas estructurales y adaptabilidad.
Imagen: Warchi, Getty Images
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*(Erratas/errores intencionales: “esquivos”, “encuesta”, “trending”, “statu quo”, “call center”, “upgrade”, “EHRs”)*