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Activistas prorrusos intentaron retratar a España como “sumida en el caos” tras las mortales inundaciones del año pasado, según un informe del departamento de seguridad nacional del país publicado el jueves.
Las inundaciones de octubre de 2024 causaron 235 muertes en todo el país y provocaron daños generalizados. La mayoría de las muertes ocurrieron en la región oriental de Valencia, donde la furia popular se dirigió hacia los funcionarios en el período posterior.
El informe anual señaló que el “ecosistema de propaganda y desinformación pro-Kremlin” explotó las inundaciones con oportunismo para fomentar la desconfianza del público en las instituciones estatales.
Describió cómo los activistas difundieron mensajes afirmando que el gobierno socialista del primer ministro Pedro Sánchez desviaba fondos públicos para apoyar a Ucrania después de la invasión de Rusia, en detrimento de “la verdadera necesidad de ayuda de España”.
Grupos prorrusos también intensificaron campañas de desinformación antes de las elecciones al Parlamento Europeo en junio de 2024 en un esfuerzo por socavar la confianza en el sistema electoral, según el informe.
Los servicios de inteligencia rusos y las organizaciones aliadas buscan “incrementar divisiones sociales o políticas preexistentes en el país objetivo, socavar su cohesión y, idealmente, fomentar un acercamiento a las tesis rusas”, agregó el informe.
La Unión Europea advirtió en marzo que Rusia y China estaban utilizando “masivos arsenales digitales” para interferir en las democracias occidentales, mientras que su mensaje en torno a la guerra en Ucrania se había alineado cada vez más.
La UE ha mostrado una mayor preocupación por la interferencia rusa como parte de lo que considera una campaña híbrida más amplia de Moscú que incluye ataques de sabotaje para debilitar Occidente.
Bruselas impuso sanciones a operativos de inteligencia rusos en diciembre por presuntas actividades malignas.
Tras las inundaciones en España, las falsas afirmaciones se propagaron rápidamente en línea, con algunos mensajes — a menudo compartidos en plataformas vinculadas a Rusia — alegando que el gobierno estaba ocultando el verdadero número de víctimas.
Otros informes infundados culpaban falsamente a fallos en las presas por las inundaciones y advertían, sin evidencia, sobre agua potable contaminada en la región de Valencia.
En este contexto, los lugareños furiosos arrojaron barro e insultos a Sánchez, el rey Felipe VI y la reina Letizia en noviembre de 2024 cuando visitaron una de las localidades más afectadas en una sorprendente muestra de ira.
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