La Fundación Nacional para la Preservación Histórica, una organización sin ánimo de lucro autorizada por el Congreso para promover la política de preservación histórica en los EE. UU., ha escrito una carta pidiendo a la administración Trump que pause la demolición del Ala Este de la Casa Blanca hasta que se complete una revisión de los planes del presidente Trump para el salón de baile.
La carta, enviada el martes y dirigida a la Comisión de Planificación de la Capital Nacional, al Servicio de Parques Nacionales y a la Comisión de Bellas Artes, expresa preocupación sobre el tamaño del anexo del salón de baile — que “la nueva construcción propuesta va a *avasallar* a la propia Casa Blanca”.
La Fundación no tiene autoridad legal para obligar a la administración Trump a detener la construcción.
“Respetuosamente, urgimos a la Administración y al Servicio de Parques Nacionales a pausar la demolición hasta que los planes para el salón de baile propuesto pasen por los procesos de revisión pública legalmente requeridos, incluyendo la consulta y revisión por la Comisión de Planificación de la Capital Nacional y la Comisión de Bellas Artes, y a invitar comentarios del público”, dice la carta.
Maquinaria pesada derriba una sección del Ala Este de la Casa Blanca mientras comienza la construcción del planeado salón de baile del presidente Donald Trump, en Washington, DC, el 21 de octubre de 2025.
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La semana pasada, la Sociedad de Historiadores de la Arquitectura planteó preocupaciones similares sobre el tamaño del salón de baile y su impacto en los terrenos de la Casa Blanca.
Y en agosto, una carta del Instituto Americano de Arquitectos también se enfocó en el tamaño del salón. “La adición propuesta de 90,000 pies cuadrados genera preocupaciones sobre la escala y el equilibrio. El diseño debe *armonisar* absolutamente con las proporciones arquitectónicas existentes de la Casa Blanca”.
La Sociedad de Historiadores de la Arquitectura y el Instituto Americano de Arquitectos pueden hacer recomendaciones, pero no tienen un papel legal en el diseño o construcción del salón de baile.
La Casa Blanca no ha respondido a las preocupaciones planteadas por los tres grupos, pero en un comunicado el martes hizo referencia a la “indignación artificial, izquierdistas desquiciados y sus aliados de las Noticias Falsas” quienes, según dijo, “se escandalizan por la adición visionaria del presidente Donald J. Trump de un gran salón de baile, financiado de forma privada, a la Casa Blanca”.
El comunicado también dijo que el salón de baile “aumentaría significativamente la capacidad de la Casa Blanca para organizar grandes eventos en honor a líderes mundiales, naciones extranjeras y otros dignatarios”.