Paul Kirby
Editor digital de Europa
Kiran Ridley/Getty Images
Un vigilante del Louvre describió el momento en que los ladrones irrumpieron en la galería de la primera planta.
Una vigilante que estaba de servicio en el Louvre cuando unos ladrones entraron y robaron ocho de las joyas de la corona de Francia ha dicho que "nadie podría haber estado preparado" para lo que ocurrió cuando los visitantes empezaban a llegar el domingo por la mañana.
"De repente, escuchamos un ruido enorme", contó a la emisora de radio France Inter, en el primer testimonio dado por un empleado presente en el lugar.
La vigilante, cuyo nombre no se reveló, y dos compañeros pensaron al principio que el ruido era de un visitante enfadado, pero no era un sonido normal: "Era un ruido sordo, un poco metálico".
Era, de hecho, el momento en que los ladrones usaron una amoladora para reventar una ventana blindada y entrar en la Galería de Apolo, donde se guarda la colección de joyas históricas del Louvre.
En sólo ocho minutos, la banda se apoderó de tesoros, incluyendo un collar que perteneció a la esposa de Napoleón, la Emperatriz María Luisa, y un diadema de la esposa de Napoleón III, la Emperatriz Eugenia, con un valor total estimado de 88 millones de euros.
Los ladrones usaron una escalera mecánica en la parte trasera de un camión para subir a un balcón del primer piso y así acceder a la galería.
Dos turistas salieron corriendo hacia ellos asustados, dijo ella.
"Vi que uno de los criminales se giró con algo que me pareció una motosierra, entonces le grité a mis compañeros que salieran", recordó. Gritó por segunda vez que era un robo y que debían huir.
Vídeo: Dos personas abandonan el Louvre en un elevador montado en un vehículo
Uno de sus compañeros dio la alarma por el walkie-talkie y luego "terminamos de evacuar a los visitantes sin ser del todo conscientes de lo que realmente pasaba". Cerraron todas las puertas al salir para proteger las galerías adyacentes.
Pensando en lo ocurrido, la vigilante dijo que "para nosotros era increíble que las vitrinas pudieran haberse roto… ni por un momento pensamos que existiera ese riesgo… nadie puede estar preparado para eso".
Otro empleado del Louvre se presentó para describir los momentos posteriores a la huida de la banda.
El guardia de seguridad anónimo habló de un olor muy fuerte a gasolina cuando llegó al lugar fuera del Louvre donde la banda había aparcado su camión.
"Salí corriendo por la pirámide [de cristal] y crucé el patio… Llegué justo en el momento en que los criminales escapaban en un scooter", contó a BFMTV.
La banda había roto el depósito de combustible del camión y había un soplete cerca, dijo. "Está claro que pretendían prender fuego a su vehículo. Realmente creo que frustramos su plan porque nunca habrían dejado atrás tanta evidencia".
"Incluso perdieron una de las piezas que querían robar, porque se les cayó al suelo la corona de [la Emperatriz] Eugenia, que acababan de robar".
El guardia y sus compañeros fueron los primeros en encontrar la corona, dijo: "No puedo decir que saltara de alegría, sobre todo porque la pieza obviamente estaba dañada".
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Museo del Louvre
Museo del Louvre
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El collar de María Luisa y un par de pendientes estuvieron entre las ocho piezas robadas.
Se llevaron una tiara usada por la Emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III.
La directora del museo, Laurence des Cars, dijo que la corona de la emperatriz parecía haberse dañado cuando la banda la sacó por un hueco estrecho que habían cortado en una de las dos vitrinas con una amoladora.
Ella comentó a los senadores franceses esta semana que las indicaciones iniciales eran que una "restauración delicada" sería posible para la corona del siglo XIX incrustada con diamantes y esmeraldas.
Aunque los ministros franceses insisten en que la seguridad del museo funcionó correctamente ese día, la directora del Louvre ha hablado de años de falta de fondos y de que solo había una cámara de seguridad exterior, apuntando en la dirección equivocada, donde ocurrió el robo.
Su evaluación crítica fue respaldada por la vigilante, quien se quejó de que "desde hace tiempo sentimos que la cultura de la seguridad está en declive en el museo".
