Mientras el gobierno de Estados Unidos permanece paralizado durante un cierre gubernamental, los terrenos de la Casa Blanca han estado sumamente ocupados esta semana. Los obreros han iniciado la demolición del ala este, la cual será sustituida por un salón de baile de 90,000 pies cuadrados con capacidad estimada para 1.000 invitados.
Los contribuyentes no están financiando el proyecto de 250 millones de dólares del presidente Donald Trump. En cambio, este está utilizando donaciones privadas para construir su fastuosa adición a la residencia presidencial.
La Casa Blanca hizo pública una lista de los financiadores del proyecto el jueves, en la que figuran algunas de las empresas tecnológicas estadounidenses más influyentes, como Amazon, Apple, Google, Meta y Microsoft, así como firmas de defensa como Palantir y Lockheed Martin y proveedores de telecomunicaciones como Comcast y T-Mobile. La industria de las criptomonedas también está representada entre los donantes del salón de baile, con contribuciones de Coinbase, Ripple, Tether America y los gemelos Winklevoss.
No se ha precisado el monto individual aportado por cada donante. Sin embargo, al menos 20 millones de dólares de Google forman parte de un acuerdo judicial reciente relacionado con la suspensión de la cuenta de Trump en YouTube tras los disturbios del 6 de enero de 2021. TechCrunch consultó a Google si dicho acuerdo constituye la totalidad de la contribución de la empresa, pero no ha obtenido respuesta alguna.
La relación de Silicon Valley con Trump ha evolucionado notablemente. Si bien gran parte del sector tecnológico inicialmente se opuso a Trump cuando asumió la presidencia por primera vez en 2016, se ha producido un acercamiento durante su segundo mandato. Meta, por ejemplo, no contribuyó al fondo de la primera investidura de Trump, pero donó 1 millón de dólares para la segunda; Amazon, que había donado 58.000 dólares inicialmente, ha realizado esta vez una contribución mayor de 1 millón de dólares.
Estas donaciones son reflejo de un acercamiento más sólido entre Trump y la industria tecnológica.
Es posible que la industria esté más dispuesta a cooperar con el actual establishment de Trump dado que muchas de estas grandes tecnológicas se enfrentan a litigios antimonopolio. La administración Trump ha sido considerablemente menos agresiva en la aplicación de la legislación antimonopolio que la FTC del expresidente Joe Biden bajo la dirección de Lina Khan.
Evento tecnológico
san francisco
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27-29 de octubre de 2025
Trump también ha adoptado una postura más agresiva respecto al desarrollo de la inteligencia artificial que su predecesor, lo que supone un beneficio financiero para las empresas que desarrollan dicha tecnología. En su plan de acción sobre IA, presentado en julio, Trump y su administración esbozaron el objetivo de reducir la burocracia y utilizar fondos gubernamentales para apoyar la construcción de centros de datos.