Los ministros de Energía y Justicia de Ucrania han renunciado tras una gran investigación sobre corrupción en el sector energético del país.
El presidente Volodymyr Zelensky pidió el miércoles la destitución de la ministra de Energía, Svitlana Grynchuk, y del ministro de Justicia, Herman Halushchenko.
El lunes, los organismos anticorrupción acusaron a varias personas de organizar un esquema de malversación en el sector energético valorado en unos 100 millones de dólares, incluyendo al operador nuclear nacional Enerhoatom.
Algunos de los implicados en el escándalo son, o han sido, colaboradores cercanos a Zelensky.
Se alega que el ministro de Justicia, Herman Halushchenko, y otros ministros y funcionarios clave recibieron pagos de contratistas que construían fortificaciones contra los ataques rusos a la infraestructura energética.
Entre los presuntamente involucrados están el ex viceprimer ministro Oleksiy Chernyshov y Timur Mindich, un empresario y co-propietario del antiguo estudio de televisión de Zelensky, Kvartal 95. Según los informes, este último ha huido del país.
Halushchenko dijo que se defendería de las acusaciones, mientras que Grynchuk declaró en redes sociales: “Dentro de mis actividades profesionales no hubo violaciones de la ley.”
La Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU) y la Fiscalía Especializada Anticorrupción (SAP) dijeron que la investigación, que duró 15 meses e incluyó 1000 horas de grabaciones de audio, descubrió la participación de varios miembros del gobierno ucraniano.
Según la NABU, los involucrados recibían sistemáticamente sobornos de los contratistas de Enerhoatom, equivalentes a entre el 10% y 15% del valor de los contratos.
Los organismos anticorrupción también dijeron que las enormes sumas fueron lavadas en este esquema y publicaron fotos de bolsas llenas de dinero en efectivo. Los fondos fueron luego transferidos fuera de Ucrania, incluso a Rusia, según la NABU.
Los fiscales alegaron que los ingresos del esquema se lavaron a través de una oficina en Kyiv vinculada a la familia del ex diputado ucraniano y actual senador ruso, Andriy Derkach.
La NABU ha estado liberando nuevos fragmentos de su investigación y escuchas telefónicas cada día, y el martes prometió que vendrían más.
El escándalo se desarrolla en el contexto de los crecientes ataques rusos contra instalaciones energéticas ucranianas, incluyendo subestaciones que suministran electricidad a las centrales nucleares.
También centrará la atención en la corrupción en Ucrania, que sigue siendo endémica a pesar del trabajo de la NABU y la SAP en los 10 años desde su creación.
En julio, estallaron protestas en todo el país por los cambios que reducían la independencia de la NABU y la SAP. Los ucranianos temían que la nación pudiera perder el estatus de país candidato a la UE, que se le concedió bajo la condición de que librara una lucha creíble contra la corrupción.
Los socios europeos de Kyiv también expresaron gran alarma por la decisión, con los embajadores del grupo G7 expresando el deseo de discutir el tema con el liderazgo ucraniano.
La reacción fue la más severa contra el gobierno ucraniano desde el inicio de la invasión rusa a gran escala en 2022, y solo se calmó con la decisión de Zelensky de restablecer la libertad de los dos organismos anticorrupción.
Sin embargo, para algunos, esa crisis puso en duda la dedicación de Zelensky a las reformas anticorrupción. El último escándalo amenaza con generar preguntas aún más incómodas para el presidente ucraniano.
