Los incendios forestales siguen arrasando varias zonas de Grecia por tercer día consecutivo, devastando tanto islas como regiones continentales. Las llamas han destruido viviendas, negocios, tierras de cultivo y bosques, siendo Chios, Patras y Acaya de las áreas más afectadas. La aldea de Volissos, en Chios, ha sufrido daños particularmente graves, y el fuego cerca de Patras ha llegado a las afueras de la ciudad, dañando el Monasterio de San Nicolás y provocando la evacuación de un hospital infantíl y una residencia de ancianos.
Los fuertes vientos, las condiciones secas y el calor estival dificultan las labores de extinción, manteniendo múltiples regiones en alerta máxima. Cerca de 5.000 bomberos combaten las llamas en Chios, Zakynthos y varias zonas del interior, con el apoyo de decenas de aeronaves, cuatro helicópteros, camiones cisterna y maquinaria pesada. Muchos residentes han sido evacuados, y varios bomberos han sido atendidos por inhalación de humo o quemaduras.
La infraestructura crítica ha sufrido daños: la destrucción de más de 150 postes eléctricos en Chios ha dejado varias aldeas sin suministro. Como respuesta, Grecia ha activado un amplio programa de alojamientos de emergencia para refugiar a los desplazados, incluyendo una nueva plataforma digital que asigna habitaciones de hotel, albergues públicos, instalaciones deportivas y espacios municipales adaptados. El Ministerio de Crisis Climática y Protección Civil, las autoridades locales, el Ministerio de Turismo y la Cámara Helénica de Hoteles coordinan los esfuerzos para priorizar a grupos vulnerables.
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Además del alojamiento de emergencia, los planes de recuperación incluyen ayudas económicas, compensaciones por daños materiales y apoyo para la reconstrucción. Voluntarios y colectivos locales están distribuyendo suministros básicos y apoyo emocional a los afectados.
Las autoridades siguen monitorizando la situación, reforzando medidas preventivas ante el persistente riesgo de nuevos incendios.