La cúpula del partido regional catalán Junts acordó hoy retirar su apoyo al gobierno de izquierdas de España, lo que complica aún más su capacidad para sacar adelante legislación, según afirmó una fuente del partido y medios locales.
Aunque esta decisión, de ser aprobada esta semana por las bases, no derribaría al gobierno, significaría que éste ya no podría contar con los siete votos de Junts en el hemiciclo de 350 escaños. Durante los últimos dos años, el partido ha prestado su apoyo caso por caso, generalmente a cambio de concesiones del Ejecutivo, que controla 146 escaños y ha dependido de una variedad de formaciones regionales minoritarias para aprobar leyes.
El partido independentista Junts tenía previsto ofrecer una rueda de prensa ayer al caer la tarde. Permaneció sin esclarecerse si la retirada de apoyo al gobierno significaría que Junts respaldaría eventualmente cualquier moción de censura potencial contra el Primer Ministro Pedro Sánchez. Dicho movimiento implicaría aliarse con el conservador Partido Popular y el ultraderechista Vox, quienes se oponen ferozmente a la autodeterminación de Cataluña.
En una reunión en Perpiñán, Francia, el expresidente catalán y líder de Junts, Carles Puigdemont, comunicó a la dirección del partido que el Ejecutivo socialista no había cumplido sus promesas y que Junts ya no podía sostenerlo, según la fuente y varios medios españoles.
Puigdemont intentó declarar la independencia de la región noreste de Madrid en 2017 antes de ser depuesto y partir hacia un exilio autoimpuesto.
En noviembre de 2023, Junts prestó sus votos para investir a Sánchez como presidente del Gobierno a cambio de una amnistía general para los oficiales implicados en el fallido intento secesionista. Sin embargo, el Tribunal Supremo español ha mantenido las órdenes de arresto contra Puigdemont y otros varios acusados de malversación, dictaminando que la ley de amnistía no les era aplicable.
La frustración de Junts por el caso de Puigdemont se ve agravada por conflictos como el fracaso del gobierno en aprobar una ley que hubiera transferido las competencias de inmigración a las autoridades catalanas, o lo que Junts percibe como un *lobby* insuficiente para lograr que el catalán sea lengua oficial en la Unión Europea.
